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Zeppelin (Banijay Iberia), la productora responsable de 'Gran Hermano', ha puesto a disposición de la industria audiovisual su nuevo protocolo de prevención y actuación ante situaciones de abuso sexual en entornos de alta visibilidad. La factoría ha decidido actuar después del presunto abuso sexual que Carlota Prado sufrió en la casa de 'GH Revolution' el pasado año 2017, un caso que a día de hoy se encuentra pendiente de resolución judicial.
Pues bien, la productora ha decidido realizar "una reflexión honesta y constructiva para proponer mejoras sobre las situaciones vividas y compartir con la industria los aprendizajes extraídos", tal y como se explica en un comunicado en el que además se detallan los puntos de este protocolo que la empresa ha confeccionado con el apoyo de expertos en medicina forense, psicología clínica y comunicación. Miguel Lorente, médico forense, Profesor Titular de Medicina Legal de la Universidad de Granada y exdelegado del Gobierno para la violencia de género; María Calvente, psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Individual y Grupal y especialista en abuso sexual; y la consultora de comunicación LLYC.
Carlota Prado en 'GH Revolution'
Paralelamente, este se ha compartido con organizaciones e instituciones feministas de referencia y se ha estudiado la experiencia de buenas prácticas en empresas internacionales del sector que han tenido que gestionar situaciones similares. El objetivo del mismo es "reforzar su política de tolerancia cero ante situaciones de abuso sexual, así como asegurar la creación de entornos seguros que garanticen el respeto y la seguridad de todos los concursantes". "Hemos hecho un protocolo práctico y riguroso que incluye medidas específicas que nos ayudarán a reforzar nuestra política de tolerancia cero ante situaciones de abuso sexual", explica Pepa Álvaro, Welfare Compliance Officer de Zeppelin.
Los detalles del protocolo
El protocolo creado por Zeppelin incluye una guía con más de 40 acciones que ayuden a prevenir situaciones de abuso o agresión sexual, así como pautas para identificarlas y gestionar el acompañamiento. Un texto que se pretende seguir mejorando con el paso del tiempo y es por ello que se ha puesto a disposición de los que estén interesados en el mismo, explica Pepa Álvaro.
En cuanto a los puntos exactos del mismo, destacar que en caso de identificar un incidente que pueda ser considerado como abuso, el protocolo insiste en la necesidad de acortar al máximo los tiempos de reacción, no actuar en función de si lo que se ha producido es constitutivo de delito o no y garantizar además confidencialidad y el derecho a la intimidad de la víctima. Por otro lado, se especifica que se deberá realizar todo tipo de comunicación con la misma en un ámbito privado y la conversación con la persona afectada se hará de forma presencial contando con el apoyo de un equipo de psicólogos y expertos en violencia de género.
Por otro lado, en el texto se especifica también que de forma preventiva se realizará una formación específica al personal de la compañía y ofrecerá a los los participantes instrucciones claras e inequívocas sobre qué conductas no son tolerables, incidiendo en la tolerancia cero ante situaciones de abuso sexual. Paralelamente, también se introduce una serie de recomendaciones de seguimiento y es que una vez haya terminado la participación de la posible víctima en el programa, se reforzará una política de seguimiento que le proporcione apoyo psicoterapéutico, valorando si se le puede ayudar a crear un proyecto vital/profesional, siempre respetando sus decisiones y mostrando absoluta disponibilidad.
