Chicho Ibáñez Serrador

Narciso Ibáñez Serrador, conocido también como Chicho Ibáñez Serrador, fue un director de cine y televisión hispano-uruguayo, así como también fue director de teatro, actor y guionista. Es considerado por ser una de las grandes figuras del género fantástico y de terror del cine y la televisión en español, además de haber dirigido varios programas de televisión.

Nació el 4 de julio de 1935 en Montevideo, hijo único del matrimonio formado por el director y actor de teatro Narciso Ibáñez Menta y de la actriz Pepita Serrador. Provenía de una familia de artistas, pues sus abuelos fueron Narciso Ibáñez Cotanda y Consuelo Menta Ágreda, pareja española que trabajó en teatro de variedades y que emigraron a Argentina.

Su infancia la vivió en América, acompañando a sus padres por varias giras teatrales que tenían por el continente. Con solo ocho años, Ibáñez Serrador tiene su primera incursión en el mundo artístico, como actor de doblaje, poniéndole voz al conejo Tambor en el primer doblaje al español del clásico Disney "Bambi", realizado en Argentina en 1943.

Sus padres se divorciaron cuando él solo tenía cinco años. Aunque mantuvo buena relación con ambos, vivió con su madre, con la que se trasladó a España en 1947, para estudiar el bachillerato en Salamanca. De carácter reservado, debido a una púrpura hemorrágica que le impedía jugar con otros niños y practicar deporte, lo que le hizo convertirse en un ávido lector, leyendo libros de Edgar Allan Poe y Ray Bradbury, quienes serían influencias posteriores en sus trabajos audiovisuales, en los que también le inspiró Alfred Hitchcock.

Pese a ser poco dada a las muestras de afecto, su madre le inculcó su amor por el teatro, introduciéndole en la profesión tempranamente, llegando a realizar múltiples funciones como la de taquillero o acomodador. En 1950 se puso sobre las tablas, con un pequeño papel en "Filomena Marturano", de Luis Mottura.

Tras período alejado de la interpretación, retomó su carrera profesional escribiendo novelas radiofónicas y también con el estreno de "Obsesión", obra cómica que escribió con el pseudónimo Luis Peñafiel, que utilizaría en más ocasiones. Regresó a Argentina, donde su padre triunfaba. Inicialmente trabajó como actor, pero pronto destacó como guionista y adaptador. Saltó a la televisión argentina con guiones para "Historias para mayores", "El fantasma de la ópera" o "Arsenio Lupin", aunque fue "Obras maestras del terror", su primera producción en el género, con la que más destacó. Además, Ibáñez Serrador fue uno de los pioneros en introducir la ciencia ficción en televisión con "Mañana puede ser verdad".

Sus inicios en TVE

En 1963, regresó a España, donde logró ser contratado por TVE después de que los ejecutivos viesen las producciones que había realizado en Argentina. Sus primeros trabajos en la televisión pública española entremezcló su experiencia teatral con la televisión y adaptó varias piezas clásicas para el icónico programa 'Estudio 3'. Hizo guiones para ficciones como 'La puerta cerrada', 'La historia de San Michele' y 'Mañana puede ser verdad'. Continuó vinculado al teatro en España, estrenando la obra "Aprobado en castidad", interpretada por el mismo y en la que compartió cartel con su madre, quien falleció poco después, en 1964, debido a un cáncer.

En 1966, Ibáñez Serrador comienza a convertirse en una de las figuras fundamentales de la televisión al estrenarse una de sus producciones más conocida, 'Historias para no dormir', considerado uno de los títulos imprescindibles de la televisión española y referencia del género para la industria audiovisual. Tal era la calidad de la ficción que el episodio 'El asfalto', basado en un relato de Carlos Buiza, le hizo ganar el premio Ninfa de Oro al mejor guion en el Festival de Montecarlo de 1967, el primer reconocimiento internacional para Ibáñez Serrador y para TVE.

'Historias para no dormir' estuvo en emisión hasta 1982 y tuvo tres temporadas, las dos primeras emitida entre 1966 y 1968 y la tercera en 1982. Durante esta etapa, Ibáñez Serrador estuvo envuelto en otros proyectos, como 'Historia de la frivolidad', que realizó y escribió junto con Jaime de Armiñán y que protagonizó Irene Gutiérrez Caba. Su emisión, debido a la censura, fue a medianoche y sin anunciar, lo que permitió que pudiese competir internacionalmente, logrando el Ninfa de Oro de Montecarlo, la Rose d'Or en Suiza, la Targa d'Argento en Italia y el premio de la ACI.

En 1970, Ibáñez Serrador monta su propia productora de televisión, PROINTEL, la primera de carácter independiente dedicada a la pequeña pantalla. Enfocado en televisión, no olvida otras áreas artísticas, dirigiendo la cinta de terror "La residencia" y estrenando en teatro la obra "El agujerito".

Fue en 1972 cuando le llegó su otro gran proyecto en televisión tras 'Historias para no dormir', fue un concurso, el mítico 'Un, dos, tres... responda otra vez', que presentó Kiko Ledgard, una producción que surgió a demanda de TVE, que buscaba introducir más contenidos de cultura y ocio en su parrilla. El éxito del programa convierte a Ibáñez Serrador en director de programas de RTVE en 1974, cargo en el que se mantuvo poco tiempo, pues dimitió tras eliminar la figura del censor. Continuó compaginando televisión con teatro, cine y también radio, al encargarse de la serie radiofónica "Historias para imaginar". En 1976 rodó "¿Quién puede matar a un niño?", basada en la novela "El juego de los niños", de Juan José Plans, considerada una de las obras cumbre de la cinematografía de género en España.

Durante la Transición, volvió a producir una segunda etapa de 'Un, dos, tres... responda otra vez', que se produjo entre 1976 y 1987, que tuvo una tercera etapa entre 1982 y 1988, presentada, en esta ocasión, por Mayra Gómez Kemp. El concurso tuvo nuevas etapas, en 1991 regresó, primero presentador por Jordi Estadella y Miriam Díaz-Aroca, luego por Josep María Bachs, terminando su emisión en 1994. Luego en 2004 por Luis Larrodera.

También produjo la serie 'Mis terrores favoritos'. En 1989, produce un concurso muy diferente a 'Un, dos, tres... responda otra vez', 'Waku Waku', que presentó Consuelo Berlanga y que en 1998 tuvo una segunda etapa, con Nuria Roca como presentadora. En 1990, produce 'Hablemos de sexo', primer programa de la televisión en el que se habló abiertamente de sexo y que, gracias a su enfoque didáctico, tuvo aceptación entre el público, lo presentó Elena Ochoa. Dirigió el programa de sucesos "Luz rojo" y también "El semáforo", adaptación del programa italiano "La Corrida", en el que el público aupaba o abucheaba a artistas noveles.

Homenajeado por el cine y la televisión

En 2001, Ibáñez Serrador retomó el teatro, recuperando su obra "Aprobado en castidad". Un año después obtuvo el Premio Lope de Vega con la obra "El águila y la niebla. Historia clínica en dos partes", que protagonizaron Luis Merlo y Paula Sebastián. En 2005, Telecinco le encargó la producción de varias TV-movies con el título 'Películas para no dormir', haciendo referencia a su icónica serie. El proyecto contó con directores como Álex de la Iglesia o Enrique Urbizu, se emitieron en 2007. El último programa de televisión que produjo fue 'Memoria de elefante', presentado por Patricia Pérez en Castilla-La Mancha TV.

Fue reconocido con múltiples premios honoríficos debido a su labor en televisión y cine. En 2009 fue homenajeado en la Seminci de Valladolid y en el Festival de Alicante, por su contribución al cine fantástico y de terror. En 2010 fue galardonado con el Premio Nacional de Televisión, en reconocimiento a toda su trayectoria, otorgado por el Ministerio de Cultura. En febrero de 2019, unos meses antes de fallecer, recibió el Goya de Honor de la Academia de Cine.

Considerado influencia de cineastas como Álex de la Iglesia, Alejandro Amenábar o Juan Antonio Bayona, Ibáñez Serrador falleció el 7 de junio de 2019 en Madrid, víctima de una enfermedad neurodegenerativa, que llevaba padeciendo en sus últimos años. Fue enterrado en Granada, junto con su madre.

El director estuvo casado en dos ocasiones, primero con la modelo y actriz Adriana Gardiazábal, entre 1959 y 1961. Se volvió a casa en 1974 con Diana Nauta, que fue azafata en 'Un, dos, tres', y con la que tuvo a su dos hijos, Josefina y Alejandro. El matrimonio se divorció en 1986. Además, estuvo unido sentimentalmente a Susana Canales y Lorena Martínez.