Joan Rivers

Joan Alexandra Molinsky fue una actriz, cómica y presentadora estadounidense. Nació el 8 de junio de 1933 en Nueva York y falleció el 4 de septiembre de 2014 en la misma ciudad. Durante su paso por el colegio fue cuando entró en contacto con el mundo artístico, aunque cuando le tocó hacer las maletas para irse a la universidad, se decantó por la Filología Inglesa y la Antropología.

Una vez terminados los estudios, trabajó como guía turístico y como escritora en una agencia de publicidad, al tiempo que empezaba a dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación.

En la década de los cincuenta participó junto a Barbra Streisand en la obra 'Driftwood' y, de manera paralela hacía pequeñas actuaciones en algunos clubs de Nueva York, donde conoció a rostros como Woody Allen. Un dato curioso de la actriz es su nombre. Y es que, si bien mantuvo su nombre de pila, Joan, cuando su representante le recomendó que se cambiara el nombre artístico decidió decantarse por el apellido de este, que se llamaba Tony Rivers.

De este modo, Joan Alexandra Molinsky pasaba a ser Joan Rivers. De esta época, en la década de los sesenta, destaca especialmente su número de cabaret "Jim, Jake & Joan", junto a Jake Holmes y Jim Connell. Sin embargo, el hecho de que Rivers apareciera con un pin republicano en una convención demócrata de Bobby Kennedy en la que el trío debía actuar, provocó el enfado de Jim Connell desencadenando el final del trío artístico.

Mujer pionera de la comedia en Estados Unidos

Desde aquel incidente, y en lo que restaba de década destacaron sus apariciones en 'The Tonight Show', 'The Ed Sullivan Show', 'The Mike Douglas Show' o en la película de Burt Lancaster, "El nadador". Por entonces, la fama y el reconocimiento de la actriz habían experimentado un notable ascenso y eso le llevó a tener su propio talk show, 'That Show with Joan Rivers', en el que repasaba la actualidad con un tono irónico y distendido, al tiempo que hacía entrevistas a personajes famosos.

La década de los setenta supondría la confirmación del talento de Joan Rivers, pues por entonces pasó de tener que hacerse un hueco en la industria a ser estrella invitada de muchas producciones. Son especialmente llamativas sus apariciones en 'The Carol Burnett Show', en 'Here's Lucy', así como su debut como directora con la comedia "Rabbit Test".

Desde ese momento Rivers era ya un personaje de fama nacional que se codeaba con grandes personalidades del mundo artístico, pero también de la política estadounidense. Fiel a su estilo cómico, que es la faceta que casi todo el mundo recuerda de ella, presentó 'Saturday Night Live' y se convirtió en la primera mujer en tener su propio talk show en el late night, gracias al programa 'The Late Show Starring Joan Rivers'.

Sin embargo, el proyecto apenas duró un año y Joan Rivers tuvo que reinventarse y volver a encontrar su hueco en la pequeña pantalla. Fue así como su retorno se produjo en 'The Hollywood Squares' y, en 1989 con 'The Joan Rivers Show', gracias al que ganó numerosos galardones, entre ellos un Emmy.

Joan Rivers y su hija Melisa, dúo imbatible en la cobertura de las alfombras rojas

Al igual que toda trayectoria profesional, la de Joan Rivers también estuvo llena de altibajos y, por ello justificó adentrarse en el mundo del diseño de joyas y ropa aludiendo a que su carrera por entonces estaba paralizada, hablamos ya de los años noventa, pero que igual que todo ser humano ella también debía hacer frente a facturas y pagos para los que esta nueva faceta se convirtieron en la solución.

Sin embargo, su suerte cambiaría cuando en 1994 se puso a trabajar mano a mano con su hija Melissa, revolucionando el mundo de las alfombras rojas. Y es que, ambas fueron las precursoras de las entrevistas a los famosos en las alfombras rojas en las que el periodista pasaba a interesarse por todo lo que tenía que ver con la indumentaria de estos, fórmula repetida en todas las coberturas de alfombras rojas mundiales desde entonces.

Ya en los 2000, Joan Rivers era toda una personalidad de la televisión estadounidense y por ello no dudó en montar su propio show cómico itinerante, 'Joan Rivers: Broke and Alone', que triunfó en Reino Unido. De hecho, allí fue invitada a actuar en los festejos por el sesenta cumpleaños del Príncipe Carlos de Inglaterra. Ya de vuelta en Estados Unidos, la presentadora participó en numerosos programas como 'Big Brother: Celebrity Hijack', 'Celebrity Apprentice' o 'How'd You Get So Rich'.

En 2010 estrenó 'Joan Rivers: A Piece of Work', un documental que durante un año siguió los pasos de la presentadora y en el que confesaba cuáles eran los inconvenientes a los que se enfrentaba como mujer cómica en mundo dominado por hombres. Tres años más tarde, y siempre buscando la manera de reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos, lanzó en Youtube su programa 'In Bed With Joan', en el que hacía entrevistas a famosos.

El suicidio de su segundo marido: su momento más complicado

En lo que respecta a la vida personal de Joan Rivers, una faceta que a ella no le ha importó hacer pública con el paso de los años, caben destacar sus dos matrimonios. El primero tuvo lugar en 1955, cuando se casó con James Sanger. Sin embargo, solo seis meses más tarde se separaron porque él no quería tener hijos y eso a ella no se lo había contado, motivo suficiente para que Rivers pusiera fin al matrimonio.

En 1965 se casó con Edgar Rosenberg, con quien tuvo a su única hija, Melissa. Sin embargo, la fatalidad llegaría a la vida de la también actriz cuando en 1987 Rosenberg se suicidó. Fue entonces cuando Joan Rivers culpó a la cadena FOX, al considerar que la humillación a la que habían sometido a su marido por no querer contratarle para el programa 'The Late Show Starring Joan Rivers' y que terminó con el despido de ambos, había desencadenado una depresión y cierta inestabilidad en Edgar Rosenberg. Una situación insostenible con la que Rivers convivió hasta que decidió plantarse y pedirle el divorcio, petición tras la que el padre de su hija decidió quitarse la vida.

Este episodio provocó un gran shock en la presentadora, que durante años tuvo que lidiar con una bulimia nerviosa, agravada tras el fallecimiento también de su psicólogo y del mal momento por el que pasaba la relación con su hija, que culpaba a su madre del suicidio de Rosenberg. De este modo, la vida de Joan Rivers dio un vuelco de 180 grados y, lo siguiente que se supo de ella fue la relación que durante casi toda la década de los noventa mantuvo con el veterano de la Segunda Guerra Mundial, Orin Lehman.

Una muerte temprana por negligencia médica

A finales de agosto de 2014 saltaba la noticia de que la mítica presentadora y cómica estadounidense, Joan Rivers, había fallecido. Poco a poco se supo que lo hizo tras no poder superar una serie de complicaciones surgidas durante una intervención en la garganta que, en principio, no revestía ninguna gravedad. Sin embargo, Rivers tuvo que ser reanimada e inducida a un coma del que ya no despertó. Más tarde se dio a conocer que Rivers se había quedado sin oxígeno durante la operación y que eso le causó daños cerebrales. Sin embargo, y dadas las circunstancias del fallecimiento, hubo una investigación y esta determinó que el equipo médico había incurrido en graves errores como la inoculación de una dosis incorrecta de anestesia, entre otros.

Por este motivo, su hija Melissa interpuso una demanda contra la clínica y el equipo médico que participó en la intervención de su madre. Estos asumieron las responsabilidades que habían llevado al fallecimiento de Joan Rivers y lo que restaba eran los homenajes, que rostros de la comedia estadounidense como Jimmy Kimmel, Jimmy Fallon o Ellen DeGeneres y David Letterman, llevaron a cabo para honrar a la que consideraron su mentora en el género del talk show.