Crítica 'Pesadilla en la cocina'

El programa es entretenido como show, siempre que te lo tomes a coña. Es divertido ver el teatrillo que montan tanto Chicote (muy metido en su papel, pero sobreactuado cuando se dirige a cámara) como los del restaurante. En la versión original se nota más naturalidad y menos guionizado. De hecho es curioso ver como en la versión española se ven casos, situaciones y perfiles calcados de la versión americana.Pero dudo que esto sirva para salvar la mayoría de los restaurantes que salen en el programa. Una nueva decoración, una nueva carta y cuatro gritos no son suficientes cuando en la mayoría de casos se ve claramente que el problema del fracaso de estos negocios radica en la parte de gestión comercial del negocio y la dejadez y pasividad de sus dueños. A no ser que fuera de cámara reciban un curso intensivo de cocina (para aprender a cocinar todos los nuevos platos que proponen) y de gestión para aprender a llevar el negocio.La gente se piensa que un negocio de hosteleria consiste simplemente en servir comida y bebidas, y es mucho más. Como cualquier negocio, hace falta tener un buen gestor que lleve las cuentas y el aspecto finaciero del negocio (sea un restaurante, una tienda de ropa o una peluquería)Por otro lado, viendo el grado de dejadez al que han llegado algunos de los locales que salen en el programa, personalmente y a pesar de que las historias siempre acaben bien (como en casi todos los coach-shows de este tipo) dudo que esta gente sea capaz de no volver a repetir errores pasados. Seguramente si en unos meses, por sorpresa, tuvieran una inspección de sanidad, los cerrarían. Así que aunque alguno de estos locales estuviera en mi ciudad, no me inspiraría ninguna confianza visto lo visto.Otra pega que veo al programa es que se termina volviendo repetitivo, porque es siempre lo mismo. A, B, C y D. El día que Chicote entre en un restaurante y le guste algo de lo que le sirven, se jode el programa! XD