Sinopsis
Es fin de semana y los padres van a visitar a sus hijos. Gustavo se empeña en que jueguen un partido de fútbol y que el árbitro sea Eva. Durante la cena van surgiendo las tensiones que existen entre los adultos.
Al día siguiente niños y mayores están preparados para jugar el partido de fútbol. Pero este simple juego se convertirá en un fiel reflejo de lo que esconden en realidad. Entradas violentas, broncas por una jugada conflictiva, llanto de impotencia, expulsiones. Todos y cada uno de los integrantes de la familia Sagués aprovechan el partido para sacar lo peor de cada uno. Y en medio, Eva tratando de interceder para calmar los ánimos.
La abuela se toma muy en serio su papel de árbitro y sigue el juego de cerca hasta que recibe un fuerte pelotazo en la cara. Después de la visita del médico, Eva reflexiona con Abdel sobre la agresividad que han demostrado todos durante el partido.