Sinopsis
Marcia rechaza la oferta de Santiago de irse a Cuba hasta que él no le diga quién es en realidad. Andrade confiesa a Úrsula el destino de Santiago: está muerto en Brasil. El hombre que está ahora con Marcia es un impostor. Margarita, pillada por Emilio cuando preparaba un té envenenado para Bellita, huye dejándose la bolsa con el veneno en la cocina de los Domínguez. Rosina, convencida de que su marido y Maite esconden algo, se presenta de improviso en casa de la pintora para pillarles con las manos en la masa. Pero sus reuniones eran simplemente una gran oportunidad de negocio: abrir una galería de arte. Genoveva y Felipe comienzan con los preparativos de la boda. Lo primero será hablar con el sacerdote para cerrar la fecha y así comunicarla a los vecinos. Marcia sufre al enterarse y se siente más abandonada que nunca. Cesáreo se quita la carga de saber que Camino se ve a escondidas con Maite confesándoselo a Felicia, que va al taller de la pintora a pedirle cuentas. Espadas en alto. Jacinto y Casilda ganan la pedrea de la lotería con el número que les dijo su tía Anita. Ahora ya no hace falta que Marcelina ponga su muela mala en manos de Servando. Úrsula confiesa a Genoveva que el hombre que afirma ser Santiago, el marido de Marcia, en verdad es un impostor. Si esto se supiera, ya nada separaría a Felipe de Marcia.