Sinopsis
Benita ha empezado la última parte de su plan, al tiempo que va alcanzando la cumbre de su locura: poco a poco irá suplantando a Adelina. Goyo, tratando de mostrarse amable con Benita, la invita a un estreno. Eulalia regresa a casa. Sus hijos, Matías, su amiga Cuca, la reciben con mucho cariño, todos excepto Andrés, que se esfuerza por aparentarlo. Se siente prisionero y vigilado por Matías, que le impide incluso llamar a Irene. Eulalia se encuentra renovada y dispuesta a luchar por la felicidad de su familia. Irene se refugia en la hiperactividad para no pensar en Andrés. Ha decidido no dar más clases a Almudena, pero no se lo ha dicho aún y no sabe cómo hacerlo. Benita cuenta una dramática versión de su vida, según la cual Adelina le impidió bailar para evitar que le hiciera sombra. Trino sigue dándole vueltas a la idea de montar un taller mecánico, cuando le ofrecen trabajar en los talleres de la empresa de autobuses. Pide a Basilio que influya en Felisa para que venda los terrenos, pues él no quiere forzarla. Felisa se entera por Miguel de los deseos de Trino y empieza a pensar que quizás debería replantearse su negativa.