Sinopsis
Félix sorprende a Rosalía ofreciéndole firmar para convertirse también en patrona de la Fundación Novoa y reúne a sus hijos para darle su apoyo y celebrar la noticia. A Marcelino le cuesta acostumbrarse a la forma de trabajar de Fuen, pero se resigna con paciencia y sorprende a María, dándole a Gonzalo la bienvenida a la familia. Se esfuerza, sinceramente, en contener al Marcelino sobreprotector y celoso de sus hijas de siempre. Marta sorprende a Ana María y a Ginés que han entrado a hurtadillas en el ático. Inquieta por la decisión de los alemanes, Marta no consigue sacar nada de Alonso y recurre a su padre que le oculta lo que Quintero le ha dicho. Argimiro se siente aliviado al intuir, por un comentario de Rosalía, que Bruno ha sido capaz de perdonar a su hermana y ponerse en paz con ella. Fuen incomoda a Maroto haciendo de celestina, convencida de que es mejor candidato que Jaime para su sobrina. Yuste sorprende a Rafael y a Valderrama y lee el artículo del periódico francés que habla sobre la exposición de los cuadros de Ibarzábal. Alonso obliga a Quintero a pagar la deuda que tiene con él y le encarga meter en el país divisas del extranjero para apoyar la causa juancarlista. Rafael consigue que Alba lo perdone y Marta teme que estén volviendo a salir. Alba lo desmiente: jamás volvería con él. Jaime siente celos, inconscientes, ante la creciente amistad entre Alba y Nuria, que se topan con Yuste y Nuria se encara al inspector, defendiendo a Alba y ganándose, aún más, su enemistad. Juanma dirige su ira hacia María y consigue aterrorizarla cuando descubre que ha estado en su casa con su familia. Rosalía ilusionada con el proyecto de la fundación y agradecida a su marido, vuelve a sentirse joven y se entrega a los brazos de Félix.