A veces oigo voces

Rafa sabe que Lucia ha escuchado sus siniestras palabras cuando se creía a solas. El jardinero amenaza a la niña con causarle daño a ella y a la gente que quiere si cuenta lo que ha oído

Los gemelos creen que hay un fantasma en casa. Convencidos de su existencia, deciden colocar estratégicamente una grabadora para poder grabar las psicofonías de dicho fantasma. Sin que los niños lo sepan, algo se ha grabado en la cinta: Una conversación de Rafa con De La torre. Cuando aquel descubre la existencia de esa grabación hará todo lo posible por hacerse con la cinta.

Al contrario de lo que los niños piensan, Ana y Fernando siguen con su guerra particular. Lejos de querer arreglar las cosas, su actitud inflexible les lleva a un conflicto continuo en el que todo vale. Dándose cuenta de que su comportamiento puede afectar a los niños, y no sabiendo cómo confesarles la verdad, pactan entre ellos una serie de puntos, entre los que se incluye que sus enfrentamientos los mantendrán a solas, mientras que ante la familia fingirán que todo va bien. El secreto pacto provocará más de un malentendido, dado que los niños creen que esta aparente tregua significa que habrá boda. Por detrás, la guerra sigue.

Carolina intenta compaginar sus estudios con su carrera. Deberá fingir ante los demás que todo va bien, para poder mantener su futura carrera artística en secreto tanto tiempo como pueda, ya que aún no sabe cómo decírselo a Fernando. Catalina provocará un malentendido al escuchar una conversación telefónica de Carolina. Ana preocupada decide hablar con ella. Mientras Amalia y Celia siguen enfrentadas.

Vero le ha contado a Paula lo ocurrido con Mak y Fonty. Las dos están hartas de estos chicos. Dado que es ella quien paga el alquiler y que Mak debe todavía su parte, Paula ha tomado la decisión de echarle de casa y que Vero se traslade a vivir con ella. Nando, Mak y Fonty deciden gastarles una broma pesada a las chicas.