Sinopsis
Shepherd se enfrentará a uno de los días más difíciles de su carrera profesional. Por un lado tiene que decidir el mejor tratamiento para un paciente con obesidad mórbida; por otro, debe hacer una declaración sobre la muerte de una paciente en el hospital, por la que han sido denunciados y además, sufrirá las consecuencias de contarle todo a su mujer.
Ante la llegada de un paciente de más de trescientos kilos, Shepherd ordena a Bailey que prepare a los residentes para mejorar el trato con los pacientes. En un caso de tales dimensiones no quieren que haya ningún comentario fuera de tono. Para ello Bailey no dudará en expulsar a quien no actúe correctamente con el paciente y sus familiares. Lo extraordinario del caso y el sentido del humor del paciente provocarán que sólo uno de los residentes trabaje hasta el final. Pero, además de disponer el tratamiento necesario para el paciente obeso, el nuevo jefe tendrá que hacer una incómoda declaración por la denuncia del marido de una paciente que murió en el hospital.
Mientras Christina tendrá que dedicar su tiempo a cuidar a la hija de una paciente grave. Por primera vez será condescendiente con el familiar de un paciente. Pero esto provocará que recuerde la traumática muerte de su padre cuando ella era pequeña.