Sinopsis
En el colegio hay un niño que pega e insulta a Blanca. Elena apuesta por la vía pacífica para solucionar el problema y aconseja a su hija que le cuente a al profesor lo que está sucediendo. Sin embargo, Andrés opina que la niña debería defenderse utilizando algo más que el diálogo si fuera necesario. Blanca optará por poner en práctica los consejos de su padre. Lo hace con tanto entusiasmo, que Andrés y Elena tendrán que enfrentarse a la visita del padre del otro niño.
Andrés se queja de que este mes ha vendido pocos coches. En cambio, a Elena le han encargado varios trabajos de restauración que le van a pagar muy bien. Andrés no parece contrariado porque su mujer vaya a ganar más dinero que él, hasta que Gloria entra en escena y le recuerda a su hijo que, como cabeza de familia, no debería dejar que su esposa aportase más dinero que él. Desde entonces, Andrés y Elena no pueden evitar crisparse continuamente por la cuestión.
Un buen cliente de Manolo le ha pedido que cuide de su perro mientras él está de viaje. Manolo trata de hacer creer a la familia que el animalito es un cariñoso cachorro, pero pronto descubren que Satán es un perro asesino al que tienen que mantener recluido en el jardín. El animal ladra tanto por las noches, que no deja dormir a nadie; por lo que a Manolo se le ocurre proporcionarle los mismos somníferos que toma su madre mezclándoselos con la comida.