Sinopsis
En el colegio se celebran unas jornadas deportivas en las que el Azcona compite con su eterno rival, el Silvano. Luismi intenta ligar con una de las chicas del otro centro y por ello recibe un puñetazo. Este hecho desemboca en un enfrentamiento entre los dos equipos durante las sucesivas pruebas. Los profesores están desmoralizados: querían enseñar a los chicos deportividad. La tangana se produce durante la celebración de un partido de baloncesto que se suspende. En la repetición del encuentro son los entrenadores, uno de ellos Alfredo, quienes lleguen a las manos. Ahora los que deben ser penalizados son los profesores. No obstante, el partido se reanuda y el Azcona gana con ventaja. Luimi es el que peor acaba pues, además de terminar con un ojo morado, es agredido en el partido, y al final resulta que la chica de la disputa tiene novio.
Por otro lado, Luis es despedido de su trabajo como taxista por jugarse la recaudación a las cartas. Valle lo descubre y le dice que debe contárselo a Rocío. Sin embargo, Luis intenta recuperar lo perdido jugando una y otra vez. Rocío se entera de casualidad (por una llamada de teléfono al trabajo) y le echa de casa. Luis está dispuesto a enmendarse y consigue una entrevista en un almacén de frutas. Rocío le perdona cuando aparece con un ajedrez electrónico para Lolo, que le había negado días atrás. Valle, consciente del problema que hay ahora en su casa, decide ponerse a buscar trabajo.
En el ordenador de la biblioteca aparece el texto de una novela, Colegio Azcárate. En ella parece describirse a cada uno de los profesores que trabaja en el Azcona. Ninguno está muy conforme con la imagen que se da de ellos en el libro y tratan de averiguar quién lo ha escrito. Al final Marisa se descubre como la autora. Félix se siente ofendidísimo del retrato que ha hecho de él, pero le sirve para darse cuenta de sus defectos. Marisa está dispuesta a publicarla y pide la opinión de todos. El primero en decirle claramente que no le gusta es Félix. Marisa se enfada, pero se da cuenta de sus buenas intenciones cuando el resto de profesores le confiesa que tampoco les gusta.
Gustavo quiere que los niños diseccionen una rana en clase de ciencias. Bego prefiere suspender antes que maltratar a los animales. Para evitarlo forma un comando con sus amigos y roban los anfibios de la clase. Los ejemplares aparecen en casa de Alfredo. Al final Bego se aprende bien la lección y demuestra a Gustavo que no es necesario sacrificar a los animales.