Un día más

Marisa lleva al colegio a Daudá, un joven de Sierra leona de apenas 16 años, que ha luchado en los cruentos conflictos de su país. El joven cuenta su terrible experiencia a los alumnos del Azcona. Eloy se muestra muy impertinente con el invitado. La rivalidad entre los dos chicos es notoria. Incluso, llegan a las manos en las duchas después de jugar un partido de baloncesto. Daudá pierde el sentido de la realidad y está a punto de matar a Eloy si no es por la intervención del resto de chicos. Daudá cuenta a todos que ha matado a una persona. Una imagen le tortura constantemente. Todos se quedan sensibilizados con los horrores de la guerra.

También podemos ver un día en la vida de Quimi, Valle e Isabel a través de sus pensamientos. Es el cumpleaños de Quimi e Isabel decide escribirle una carta en la que le declara su amor. Asimismo, se escapa de clase para comprarle un regalo. Como no tiene dinero suficiente roba una gorra, pero es detenida por los guardias de seguridad. Cuando Quimi acude en su ayuda confiesa a la chica que su relación no tiene sentido y cortan. Él realmente sigue enamorado de Valle, pero ésta le comenta que todavía confía en poder salvar su relación con Alex. Isabel ve a los dos chicos charlar y piensa que entre ellos todavía hay algo, por lo que se siente muy decepcionada, mientras no puede creer que Valle no se haya ni acordado que era su cumpleaños.

Por otro lado, Virginia da un beso a Gustavo para agradecerle un favor. Los niños presencian la escena y deducen que se han hecho novios. Ante el equívoco, los profesores quieren hacerles ver el sentido de los diferentes tipos de besos.

Alfredo cede libros de su hermano Félix a la biblioteca del colegio sin su permiso. De este modo, consigue un poco espacio para las cosas de Guille, el hijo de Ana, a quien ambos preparan una habitación. Cuando Félix lo descubre, como venganza, tira a la basura objetos personales de Alfredo. Al final, deciden hacer cada uno limpieza de sus trastos viejos y repartirse el espacio.