Sinopsis
El colegio organiza una partida simultánea contra una reconocida figura del ajedrez. Lolo está muy emocionado ante esta oportunidad para demostrar su valía, aunque Gustavo trata de que el niño adopte una actitud más humilde. Ante la sorpresa de todos, el profesional pierde ante Lolo. El niño se crece ante sus compañeros, sobre todo después de recibir dinero por ganar el torneo. Además le ofrecen promocionar un juego de ajedrez informático. No obstante la organización exige a Lolo que, para demostrar la potencia del juego, pierda la partida. Sus padres aceptan. El niño, distanciado de sus amigos debido a su orgullo, decide ganar la partida e irse con sus amigos a jugar con todos los juguetes obtenidos en otros torneos y que antes les había negado. Félix enseña al niño que lo importante es disfrutar del juego sin someterse a ningún fin comercial.
Miriam aparece en el Azcona por sorpresa para reencontrarse con Quimi. Ante la indiferencia de éste, Miriam intenta llamar su atención y se hace pasar por una nueva alumna en la clase de Alfredo. Su descaro provoca la ira del profesor, que la hace escribir en la pizarra: "me equivoqué en la playa". A Valle no le hace ninguna gracia y menos cuando comprueba que entre Quimi y Miriam se está produciendo un nuevo acercamiento. Valle le dice a Quimi que se lo ha pensado mejor y que quiere volver, pero Quimi la rechaza. La pandilla comienza a conocer el carácter caprichoso y egoísta de Miriam. La joven intenta fascinar a Quimi y le lleva a su lujosa casa. Valle quiere decirle que esa chica no le conviene, pero ya es tarde.
Julián, el padre de César, no acaba de superar la ruptura de su matrimonio (la madre les abandonó cuando César era pequeño) y los negocios no marchan bien. Una noche que César llega tarde, su padre le reprocha su desinterés por ayudar en casa. Tras discutir, Julián le golpea violentamente. César sólo se lo cuenta a Arancha, pues no quiere que nadie se entere. En la revisión médica del colegio, César simula una caída para justificar los moratones que tiene. Alfredo desconfía y acude a ver a su padre. Ante sus mentiras, le recuerda que César siempre ha sido un chico modélico. Los malos tratos se repiten otra noche, pero esta vez César se defiende y se va da casa. Al final, Julián intenta reconciliarse con su hijo. César asume que debe ponerse a trabajar para ayudar en casa, pero antes su padre le cuenta la verdad sobre la huida de su madre.
Los profesores encuentran una serie completa de décimos de lotería perdida y cada uno de ellos comenta que haría si fuera rico de la noche a la mañana. Sin embargo, Suso y Félix, afirman que no les gustaría ser millonarios de repente y que deberían buscar al verdadero dueño de los billetes de lotería.