Sinopsis
Eloy e Isabel continúan tomando pastillas alucinógenas. Un lunes, tras pasar todo el fin de semana fuera de casa, su estado es deplorable. Marisa se enfrenta con su hijo porque se ha gastado los ahorros bancarios. En Halloween todos los chicos acuden a la discoteca disfrazados. Eloy va bien provisto de pastillas. Sara toma una, y después vomita incesantemente. De vuelta a casa, Eloy conduce drogado junto a Isabel. Luismi y Sara, se sientan asustados detrás. Isabel y Eloy comienzan a conducir con los ojos cerrados y el coche da una vuelta de campana. Los cuatro salen por su propio pie del vehículo. Isabel, se pone a saltar drogada en plena autopista y es arrollada por un coche. Por este motivo entra en coma. Pero Eloy regresa a la fiesta a tomar más pastillas. Cuando vuelve a casa, Marisa comprende la gravedad del asunto y decide llamar al padre del chico.
En el Azcona se organiza una subasta benéfica para los niños necesitados. Cada uno debe donar un objeto al que tenga mucho cariño. Nuria entrega un osito de peluche y Suso y Alfredo pujan por él. Al ver a Ana, Alfredo disimula y deja de pujar, con lo que Suso consigue el osito. Tras la subasta, Suso invita a cenar a Nuria y acaban en la cama. Al día siguiente, ninguno quiere continuar la relación. No obstante, Nuria ya ha contado entre las chicas la noche loca con Suso y Ana corre a decírselo a Alfredo. Éste confiesa a Félix lo confuso de sus sentimientos hacia Nuria.
César reparte pizzas mientras intenta sacar adelante sus estudios. Alfredo prepara un examen de química muy importante y pide a Arancha que se lo diga a César, que se presenta. Mercedes, que rueda una película, reivindica las mismas facilidades para presentarse a los exámenes. Los profesores deciden no hacer excepciones: nadie irá a examen sin asistir a clase un número suficiente de veces. Por ello, Alfredo debe suspender a César, y éste se hunde. El profesor decide buscarle trabajo en el centro escolar para que acuda a clase con normalidad. César, que al principio se muestra reticente, acepta. Todos le reciben en el Azcona entusiasmados, aunque les afecta en su ánimo el estado en el que se encuentra Isabel.
Los niños hacen carreras de caracoles y Beltrán, el caracol de Lolo, gana siempre. Bego, harta de la situación, le cambia el caracol por otro sin que la vean. La niña enfrenta a Beltrán al caracol de un amigo, segura de su victoria. Sin embargo, Beltrán no quiere correr y Bego pierde. Enfadada, la niña aplasta a Beltrán justo cuando Lolo se da cuenta del engaño. El disgusto del niño es mayúsculo. Virginia organiza el funeral de Beltrán, con la asistencia de los familiares de Lolo. Sin embargo Luis insiste en demostrar a su hijo que los caracoles son un plato exquisito.