Sinopsis
Los profesores celebran una fiesta en casa de Alfredo. Nuria desarrolla todo su encanto y se convierte en el alma de la fiesta. Alfredo, cada vez más cautivado por ella, confiesa a Félix que está obsesionado con Nuria. Sin embargo, también duda porque lo que más le atrae de Nuria, su alegría y su libertad, es también lo que más le asusta. Al mismo tiempo, Nuria y Suso siguen manteniendo una estupenda relación. Ana comienza a darse cuenta de la frialdad de su relación con Alfredo. Félix pide a su hermano que se decida y se deje de tonterías. Tras ver a Nuria y Suso haciéndose carantoñas convence a Ana de que ella sigue siendo su chica.
César y Luismi se enteran de que hay unas fotos de Valle medio desnuda en Internet (Cap. 47). Los chicos las imprimen y Luismi se las enseña a otros chicos. Sara le descubre y le reprende por tomarse el tema a broma. Valle, preocupada, confiesa al joven que hay unas fotos suyas en Internet. Luismi finge no saber nada y la da ánimos. Sara rompe con él por traicionar a una amiga, justo cuando Luismi había comprado un regalo a su chica al cumplir un mes como novios. Mientras tanto, Algunos compañeros del colegio vacilan a Valle y le piden que les firme alguna foto, hasta que Quimi sale en su defensa. Luismi, arrepentido, pide perdón a Valle y le cuenta su ruptura con Sara.
Isabel recibe en el hospital la inesperada visita de su madre. Ésta pide dinero a Marisa a cambio de no demandar a Eloy como responsable de lo ocurrido. Conducía un coche ilegal sin carné, y además estaba drogado. Cuando Isabel se entera, decide echarla de su vida. Por otra parte, el comportamiento de Carlitos, el hermano pequeño de Isabel, es cada vez más extraño. El niño, imita a los guerreros ninja que ha visto en la televisión y actúa de una forma violenta contra Eloy. La leyenda dice que si un ninja fracasa en su objetivo, debe pagarlo con su vida. Eloy, se hace pasar por jefe ninja para evitar que cometa una locura y lo lleva con Isabel. Ambos jóvenes se dan cuenta de lo importante que son el uno para el otro.
El Azcona organiza unas jornadas de educación vial y alquila unos carts para que los chicos practiquen en el patio. Los chicos están hartos de las normas y se aburren, sobre todo Quimi y Nacho, que están picados. El dueño de los coches les ofrece la posibilidad de conducir los coches fuera del horario escolar, a cambio de dinero. Tanja, entusiasmada, se apunta. Los chicos aceptan. Por la noche, Nacho y Quimi entablan una carrera sin tregua, y acaban fuera de la pista y con el coche destrozado. Tanja resulta ganadora. El dueño de los carts reclama el precio de los desperfectos. Durante la noche, los chicos deciden desmontar el vehículo del hombre y volver a montarlo en el vestíbulo del colegio.