Sinopsis
Mercedes está en plena promoción de su película. La prensa la acosa y los fans no dejan de pedirle autógrafos. Marisa comprende que Mercedes no está aceptando bien la fama obtenida. Se ha vuelto altiva, y su felicidad parece artificial. Las sospechas se confirman cuando Mercedes trata con total desprecio a Rocío. Marisa, que acude al estreno de la película, descubre a Mercedes llorando en el baño del local, y da un toque de atención a sus padres.
Alfredo se culpa de lo sucedido con Ana. Ésta sigue en casa de Marisa, y Arancha, que guarda un gran rencor hacia Alfredo, duerme en casa de Valle. En el colegio, Alfredo pide enfadado los trabajos que había encargado. Arancha decide no entregarlo, y Alfredo la cita en la sala de profesores. Arancha le provoca y Alfredo pierde los papeles y la abofetea. La alumna decide denunciarle sin contar a nadie que le provocó. Alfredo debe rendir cuentas ante el Consejo Escolar, a cuyo frente se encuentra Blas, padre de Luismi, con quien ya tuvo un altercado. Alfredo reconoce su error y decide dejar la enseñanza. Arancha se da cuenta que ha ido muy lejos, pero cuando da marcha atrás ya es tarde. Alfredo ya ha decidido reorganizar su vida.
Nadia hace fotografías a Quimi a la salida de casa. Reconoce a sus amigos que se ha enamorado de él. Pese a que todos le dicen que no tiene ninguna posibilidad no se rinde fácilmente, e incluso besa a Quimi en la mejilla después de que éste la enseñe a jugar al billar en el bar. En ese momento llega Gustavo, que la regaña por haber salido del colegio durante el recreo. Nadia no ceja en su empeño y le envía un anónimo. Quimi se decepciona al saber que no es de Valle. Nadia realiza un conjuro en el desguace para hechizar al joven. Antes consigue robar, con la ayuda de Lolo, una prenda de Valle. Durante el conjuro les atacan unos perros y se refugian en un coche. De repente aparece Quimi que les rescata. El joven intenta decir a Nadia que lo suyo no puede ser. En el cole, al día siguiente, la besa en la mejilla para regocijo de la niña y envidia del resto de las chicas.
Luis y Rocío discuten porque él sólo quiere ver fútbol y ella no puede ver ninguno de los programas que le gustan. Félix le ofrece a Rocío un televisor que tiene en casa y que pertenecía a Ana, aunque le advierte de que no es una solución. Efectivamente, Rocío y Luis ven la tele en la misma habitación y comienza una guerra ridícula por aumentar el volumen de sus respectivos aparatos. Luis le devuelve el televisor a Félix y le dice que no se entrometa en su vida familiar. Rocío forcejea con su marido, y la tele cae al suelo rompiéndose. Luis deberá ser más tolerante a partir de ahora.