Sinopsis
El capítulo narra lo que sucede en la última hora del año 1999 (entre las 23:00 y las 24:15). Además, a la fiesta de Nochevieja invitan al actor Eduardo Noriega y actúa el grupo Ketama.
Nuria invita a Alfredo a una fiesta de Nochevieja. Alfredo acepta no muy convencido, pues su mente está ahora en irse a trabajar con Educación sin fronteras. Por otra parte, Virginia y Gustavo convencen a Ana para que vaya a esa misma fiesta, sin saber ambos que se encontrarán en la celebración. Mientras, Nuria escribe una carta de amor que dará a Alfredo después de las campanadas. Una vez en la fiesta, Alfredo la deja un momento para ir al parking. A la vuelta, Ana y Alfredo coinciden en el ascensor que se avería. Hasta que se reestablece el servicio, Alfredo le confiesa sus intenciones de irse y Ana apoya su decisión. Cuando vuelve a la fiesta, Nuria está desesperada. Alfredo intenta explicarse, pero al ver a Ana, Nuria no quiere escucharle. Le quita la carta y se va. En la fiesta también están Suso, Virginia y Gustavo. Éste intenta seducir a la profesora de gimnasia. Una ex de Gustavo despierta los celos de Virginia. El profesor de los peques recibe un inesperado beso de ella con la entrada del nuevo milenio.
Los jóvenes van a la fiesta que los mayores organizan en el gimnasio del Azcona. Quimi prefiere pasar la Nochevieja en su casa con su hermano Toni y Valle lo comprende. Ambos recuerdan su infancia juntos. Se ve a Valle y Quimi con ocho años. Él ha recibido una paliza y Rocío le lleva a clase, pero nadie le deja sitio en su pupitre. Sólo Valle le hace un hueco. Más tarde, con 14 años, en un acuario y en presencia del delfín Goliat se dan el primer beso. Al final, Toni no puede ir y Quimi queda con Valle. Juntos van al acuario donde se enrollaron por primera vez, y se alegran porque el delfín aún vive. Quimi le pide a Valle que vuelva con él. Pero ella pide tiempo.
Arancha se ofrece a cuidar a Guille y el resto de los niños para que su hermana Ana pueda ir a la fiesta. Pero Sara se presta a cuidar a los niños y Arancha se va a la fiesta con César. Luismi está aterrorizado porque va a acompañar a Sara y nunca ha estado una noche con una chica. Ambos planean pasar una noche íntima, pero los pequeños no se lo ponen fácil. Sara se muestra como una tirana con los niños, para asombro de Luismi que los entretiene con magia. Los pequeños les engañan y la pareja acaba la noche en la escalera de la vivienda. Sara no quiere perder tiempo y se abalanza sobre Luismi. Mientras, Eloy llama a su madre por teléfono para comer las uvas con ella. Esta última noche la pasa al lado de Isabel en el colegio. Juntos pintan en un aula un graffiti que dice Feliz 2000.
Los adultos se reúnen en casa de Félix para recibir el año nuevo. Rocío cree esa noche llega el fin del mundo y un extraño suceso parece confirmar su predicción: el reloj de la Puerta del Sol de Madrid se para pocos minutos antes de las campanadas. Todos empiezan a filosofar sobre lo que cada uno haría si quedara media hora para el fin del mundo. Con la ayuda de la radio, Luis retransmite las campanadas. Llegan las confesiones. Luis le dice a Félix, que antes de ir con tías buenas, preferiría estar con Rocío y sus hijos. Marisa también le dice a Félix que saldría en busca de sus hijos.