Sinopsis
Alfredo sigue obsesionado con averiguar la identidad de su agresor. Él y Tere, sin contar con la opinión de los demás profesores y de los padres de los alumnos, instalan un sistema de cámaras de seguridad en el colegio. Cuando Rocío, en representación de la APA, y Marisa se enteran, montan en cólera. Para la profesora de Literatura, estas cámaras son un atentado contra la libertad de la persona y aprovecha una de sus clases para leer algunos fragmentos de la novela "1984" de George Orwell, donde el protagonista Winston Smith se siente vigilado todo el día por cámaras. Duna no quiere sentirse sometida de esta manera y es preciso, por ello, que todos hagan algo para volver a ser libres. La chica arrastra a toda la pandilla a luchar en contra de las cámaras.
Ya fuera de las clases, Duna también tiene otra preocupación, mucho más personal. Su padre se largó de casa siendo ella una niña. Duna está empeñada en conocerle. Sin embargo, su madre, prefiere que las cosas sigan como están y no rebusque en el pasado. Duna, acompañada de Carlos, emprende rumbo en busca de su progenitor.
Cristina, como otras muchas, tampoco puede resistirse a los encantos de Martín. Con el truco de "enséñame a jugar al billar", y con el aliciente del alcohol, Cristina se abalanza hacia Martín y le besa. Pero para sorpresa de ella, él la rechaza. Es una niña todavía. Cristina se marcha llorando y descarga toda su rabia cuando llega a casa borracha. Le cuenta a Marisa que ha estado con Martín bebiendo y que él la ha besado. Vamos, que le da la vuelta a la tortilla. Marisa no puede creer lo que oye.
Tras la subvención de la Consejería para el proyecto de conectar por red a todas las bibliotecas del barrio, Luismi se encarga desde entonces de la biblio del colegio. Para potenciar la lectura entre los más pequeños, Luismi organiza un juego con el libro "La Isla del Tesoro". Los capítulos del libro están repartidos por el colegio. Cada capítulo contiene una pista para llegar al siguiente. Y así hasta el tesoro. Lo que en un principio parecía una actividad educativa se convierte en una mera competición por conseguir un premio.
Luis no sabe cómo afrontar las deudas que tienen alguno de sus clientes antes de que llegue su jefe. Para solucionar el problema cuelga un cartel con nombre y apellidos de los más morosos. Entre ellos figuran Javier y Tere. A la directora del Azcona le parece que no son formas de remediar el asunto, ya que la ponen en evidencia delante de todo el mundo.