Sinopsis
Para comprobar que sus sospechas son ciertas, le dice a Carlos que tiene un retraso, y él reacciona feliz. Mónica le explica la complicación de tener hijos, que las cosas no son tan sencillas, pero Carlos no atiende a razones, estaría dispuesto a afrontar lo que fuera. A renunciar a su carrera, lo que hiciera falta.
En casa, Carmen y Malena no paran de discutir por todo. Han dejado de hablarse, y cuando Cristina toma partido por Carmen, Malena en un ataque de dignidad decide irse de casa. Sin embargo nadie parece querer acogerla: ni sus antiguas compañeras de piso, las peluqueras, ni Mónica, que la oye como quien oye llover porque está agobiada con su problema.
Sin embargo, cuando Mónica confirma el deseo de Carlos de ser padre, se le ocurre una idea para quitárselo de la cabeza: “Vamos a tener a Malena en casa tres días. Malena es el peor de los casos que se puede dar como padre, estoy tan segura de que no vas a soportarlo, que me arriesgo. Si la aguantas tres días, tenemos un hijo”.
Mónica llama a Malena y se lo comunica. Malena está encantada, pero más aún, Blanca, que es muy consciente de que Malena es capaz de dinamitar cualquier relación y hacerla ir a pique.
Malena se traslada a casa de Mónica y Carlos. Carlos ejerce de perfecto padre, está como alienado. Hasta tal punto, que aunque al principio Malena está encantada, acaba agobiada: le controla el horario, con quien sale, lo que come… Malena está a punto de marcharse por su propia voluntad, pero Blanca le dice que no puede hacer eso, que el romperá el corazón al pobre Carlos, que tiene que hacer como cuando quieres que un chico te deje a ti sin hacerle daño, empezar a ser insoportable para que sea Carlos el que la eche de casa.
Efectivamente Malena empieza a ensuciar todo lo que puede, a estar insoportable, pero Carlos la justifica en todo. Malena no entiende nada, porque no sabe lo que se está jugando Carlos, claro. Así que lo que deduce es que Carlos se ha enamorado de ella. Ahí sí que decide marcharse de casa, porque no puede hacerle eso a la pobre Mónica. Pero Blanca, nuevamente la convence de que lo que tiene que hacer es justo lo contrario, si Carlos la ama, solo se le quitará la obsesión si realmente se acuestan, si no se le quedará enquistado.
Eduardo, tiene una exposición en París, y le pide a las chicas que se queden con Lucas un par de días. Por si Cristina estaba poco picada con Laura, encima resulta que el niño se lleva mucho mejor con Laura. Cristina no está dispuesta a consentirlo y obliga al niño a disfrutar de su compañía.
Carmen, harta de que Manolo no le firme los papeles del divorcio, se dedica a perseguirlo por todas partes para que lo haga. Manolo intenta ganar tiempo para recuperar a su mujer. Se entera de que está en clases de bailes de salón y se apunta. Hay un concurso y le pide a Carmen que por favor se apunten juntos, será su último baile. Carmen acepta.