Semanal 7

"El gran golpe" Llevan las zapas más guapas del barrio, pero Pipo sigue sin la pasta para el curso de informática. Y como no lo consiga rápido va a tener que currar en el taller con su padre. Así que Pipo y el Simpson deciden hacerse con los alimentos caducados del híper y revendérselos a los chinos del todo a cien. Pero no son los únicos que han tenido esa idea. El Tiri lleva tiempo haciéndolo...

"Pues va a ser que no..." Eduardo, el padre de Cami, prohíbe a su hija ir a la grabación de la serie. Según él, el mundo de la tele está lleno de pervertidos y gente de mal vivir. Ante esto, Camino pone en marcha todas las estrategias posibles para que su padre cambie de opinión. Es decir, mimos, peloteo, rabietas... pero no conseguirá nada.

"Hijos del Rock and roll" Aprovechando la complicidad con su hijo, Marisa decide que ya es hora de contar a su hijo quién es su padre y cómo pasó todo. Marisa le cuenta a su hijo que hace 18 años fue a un concierto al polideportivo de la Elipa para ver un concierto de Rosendo. Tras el concierto, Marisa se coló en el camerino del rockero de Carabanchel y... y de ese polvo nació el Rana. Al Rana la historia de su madre le encanta.

"Mis padres son unos progres" Aura comenta con sus padres que Rober le ha pedido que sean sigan siendo amigos, pero Aura no cree que los ex se puedan llevar bien. La chica pide consejo a sus padres y éstos le dicen que ellos son un claro ejemplo que dos ex pueden ser amigos. Pero Aura descubrirá que en la relación entre sus padres no es oro todo lo que reluce...

"El sindrome Fisichella" Se acabó el ultimátum. Pipo no estudia informática y a Pipo le toca trabajar en el taller de su viejo. El chico ha ido a currar de empalmada y anda durmiéndose por los rincones. Para colmo, Noe, que se ha enterado de que Pipo ha dejado el Híper, aparecen por allí para enredar y empeorar las cosas.