Sinopsis
Una irregularidad en el fallo de un jurado coloca a Grissom en el estrado para testificar en un caso de asesinato que ya se había dado por cerrado. Cuando le ordenan que repase una caja de cerillas que encontró en la escena de aquel crimen, Grissom encuentra una huella dactilar que no consta en sus anotaciones anteriores.
En este caso de hace cinco años, una disputa entre el dueño de una tienda de muebles, Max Larson, y el dueño de un restaurante, Jason Garbett, situados en el mismo callejón, terminó en una tragedia cuando Larson se negó a retirar el camión que descargaba los pedidos, que estaba bloqueando la entrada a los clientes del restaurante. Larson fue encontrado muerto a causa de una brutal paliza y la llave inglesa usada para golpearle tenía las huellas dactilares de Garbett. Con el descubrimiento de la caja de cerillas, el equipo del C.S.I. creía haber probado que Garbett habría prendido fuego para hacer desaparecer las pruebas.
Sin embargo, las misteriosas huellas encontradas en la caja de cerillas no coinciden con las del acusado. Ecklie no tarda en ordenar una comisión de investigación y deja a Sophia a su cargo con el objetivo de descubrir si Grissom cometió un error y arrestó al hombre equivocado.
Mientras tanto, Sara y Greg investigan una muerte que podría tratarse de un suicidio o un asesinato.