Sinopsis
El C.S.I. acude al lugar donde ha tenido lugar un incidente con un camión de la basura con trágicas consecuencias. Warrick llega tarde al trabajo tras mantener una agria discusión telefónica con su esposa Tina, que le acaba de pedir el divorcio. En el escenario, los investigadores constatan que el conductor del camión huía de la policía, cuando inesperadamente impactó contra un coche muriendo en el acto.
Mientras examinan el camión siniestrado, los forenses hallan en su interior el cuerpo sin vida de Jason Crews, propietario de un club de la ciudad. Su madre, Kate, era la esposa de Anthony Pezzulo, un famoso mafioso de Las Vegas, y decidió cambiar su identidad cuando su marido murió hace 23 años. Ella dejó el negocio de los camiones de basura en manos de Lou Gedda, un peligroso gángster a quien pidió que se olvidase de ella y de su hijo Jason.
Aunque Gedda afirma que conocía y quería a Jason, un amigo de éste confiesa a Warrick que Lou golpeó a Crews en el club. Poco después, Jason llamó a Gedda para informarle que no volvería llevar artistas a su club de striptease. Convencido de que Gedda tiene a varios policías en nómina, Warrick intenta conseguir una orden judicial para registrar su local, petición que es denegada por el juez.
Brown busca por su cuenta evidencias en el aparcamiento del club de stiptease de Lou y poco después, acaba dentro del local compartiendo varias botellas de champán junto a Candy, una de las strippers. Cuando Grissom descubre al forense en esta comprometida situación, le envía a casa.
Sin embargo, Warrick regresa al club y se reencuentra con Candy, a quien lleva al hotel. Eufórico bajo los efectos de su adicción a las pastillas, Brown comparte una noche de pasión con la joven. Cuando ésta es asesinada poco después, el investigador se convierte en el principal sospechoso del caso.