Sinopsis
A primera vista, parece que Gibbons muere por un fuerte traumatismo. El equipo de “C.S.I.” también descubre que tiene una severa alergia a la penicilina. Grissom, por su parte, encuentra un pelo de color rubio en el cuello de la víctima. Además, determinan que en la última votación que efectuó el jurado había 11 veredictos de “culpable” y uno de “no culpable”, hecho que podría ser un móvil para la ejecución del asesinato.
La bailarina Lana Davis, a quien pertenece el pelo rubio, admite que se vio con Gibbons y que le sedujo con la esperanza de poder persuadirle para que cambiara su voto. Aparentemente, los demás miembros del jurado tienen motivos más que suficientes para odiar a Gibbons y todos son honestos con respecto a sus sentimientos. Parece claro que su alergia a la penicilina -y la pulsera de alerta médica que llevaba en la muñeca- es la clave para encontrar al asesino. “Todos le odiaban y todos sabían cómo matarle”, comenta Sara.
Mientras tanto, Nick reabre el caso de una persona desaparecida cuando su hermana reaparece con nueva información sobre el suceso. Han pasado cuatro años y Faye Minden -hermana de la víctima- dice que se ha mantenido en silencio por miedo a lo que su cuñado pudiera hacer. Ahora, la chica comenta que no puede permanecer callada por más tiempo y asegura que su hermana no pudo desaparecer. En lugar de esto, mantiene que la víctima descubrió a su esposo con otra mujer y que fue entonces cuando su marido le mató.