Sinopsis
Grissom conduce un coche de acompañamiento en la carrera de relevos que celebra anualmente el cuerpo de policía.
De repente, gira bruscamente y se sale del recorrido. Catherine y el resto del equipo del C.S.I. acuden en su ayuda, ya que uno de los corredores -Tim Coleman, un oficial del equipo de Los Ángeles- yace muerto a un lado de la carretera.
Puesto que la carrera no permite la participación de ningún civil, todos los sospechosos son policías. Grissom encuentra un hilo cerca del cuerpo que pertenece al uniforme rojo del equipo ganador. Uno de los corredores de este equipo admite que tuvo un altercado con el engreído Coleman que, para colmo, resultaba ser un sustituto.
Los puñetazos que ambos se propinaron pudieron influir en la muerte del policía, pero el análisis de su botella de agua arroja una prueba concluyente: el líquido había sido contaminado con un medicamento que acelera la presión sanguínea y que el agente no tomaba, pero que fue suficiente para matarle.
Mientras tanto, Sara y Warrick acuden a una habitación de hotel donde encuentran los cadáveres de dos policías, un hombre y una mujer. La escena parece reflejar una disputa entre amantes que ha desembocado en asesinato o suicidio.
La mujer del policía no se sorprende de que su marido estuviese con otra chica, ya que le había engañado en numerosas ocasiones y ella transigía con este comportamiento para no romper su familia. Pero un análisis exhaustivo de las huellas dactilares demuestran que hay una posible sospechosa, la agente de policía Lydia López.