Sinopsis
La acción se sitúa en el corredor de la muerte de la Miami West Prision, donde Ken Kramer aguarda su destino final acusado del doble asesinato de la pareja formada por Mike Lewis y Sheri Vanover usando un hacha como arma homicida. En las dependencias de la prisión, el ayudante del fiscal informa a Horatio Caine que se ha emitido una orden para detener el proceso, ya que hay indicios de que Kramer podría no ser culpable del delito, algo que para el equipo del C.S.I. carece totalmente de fundamento.
Horatio, decidido a reivindicar el buen hacer de su equipo -que en su momento demostró la culpabilidad de Kramer-, convierte el caso en una prioridad de su departamento. Ambas víctimas estaban atadas y amordazadas con cinta aislante y Mike murió por estrangulamiento con una cuerda. Calleigh y Delko descubren altas concentraciones de cobalto en la ropa de los cadáveres pero ni rastro en la de Kramer, lo que indica que el asesino fue asistido por otra persona.
Una investigación en la celda de Kramer pone al descubierto una carpeta repleta de noticias a priori insignificantes. Sin embargo, Ryan está convencido de que esconden una clave secreta y se las lleva al laboratorio.
Horatio acude a la casa de la playa donde tuvo lugar el doble asesinato cinco años antes. En el domicilio hay otras dos víctimas, Trevor y Chloe Grand. La mujer todavía está viva y le cuenta a Caine que su marido permitió que un hombre entrara en casa para hacer una llamada telefónica y que de pronto les agredió con un hacha. Además, añade que el delincuente intentó estrangularla pero que cuando ella le rogó que le dejara con vida, salió huyendo.
Ryan descubre vestigios de cobalto y pizarra en el hacha usada en el caso Grand. Las investigaciones de Calleigh y Delko concluyen que en ambos casos hay mesas de billar en los domicilios construidas con cobalto y pizarra, lo que parece constituir un nexo de unión.