Hecho trizas

Horatio y Tripp acuden al lugar en el que Fisher, un conocido capo de la droga, ha sido tiroteado. Cuando se encuentran examinando el cadáver y la escena del crimen, un hombre cae atravesando la claraboya del techo. El individuo resulta ser Johnny Nixon, un “camello” de barrio, que explica su presencia diciendo que escuchó una discusión y se acercó a curiosear. En el transcurso de la conversación, el maleante asegura que conoce a Delko porque en ocasiones le vende marihuana, lo cual sorprende enormemente a Horatio.

Entretanto, la forense Alexx Woods descubre que a Fisher le dispararon en tres ocasiones y Calleigh encuentra casquillos de 9 milímetros en la escena del crimen. Algunos fragmentos de cristal hallados en el mismo lugar conducen a una mujer llamada Deana Walters, pero ésta niega rotundamente ser una asesina, aunque reconoce haber tenido diversos contactos con Fisher. Es entonces cuando la investigación da un giro radical, ya que las nuevas pistas encontradas revelan que en realidad fueron dos las personas que dispararon en aquella disputa.

Por su parte Stetler interroga a Delko acerca de su relación con Nixon y la marihuana. Éste reconoce que ha comprado en alguna ocasión, por lo que se le pide someterse a un test de consumo. Cuando el resultado revela que el agente ha consumido la droga, Horatio le pide explicaciones y lo que descubre pone de manifiesto que Stetler quizás está tratando de quitarse de en medio a su compañero por una cuestión de competencia.