Sinopsis
El equipo de Horatio se enfrenta a una nueva clase de asesinos: aquellos que han decidido trasladar un juego a la vida real.
Delko se encuentra en un banco en el momento en el que tres individuos con el rostro cubierto con caretas cometen un extraño atraco. Los atracadores se llevan un botín, pero la cajera consigue activar un paquete con tinta al entregar el dinero. En el tiroteo que tiene lugar minutos después, una mujer y uno de los atracadores fallecen. Al examinar el cuerpo del asesino, los forenses descubren que llevaba consigo un misterioso contador de visitas. Mientras tanto, el director del banco se encuentra en paradero desconocido.
Los investigadores se trasladan a la Universidad, tras ser informados de que el paquete con tinta ha estallado a Kim Mills, una estudiante del campus. Kim declara haber abierto la bolsa únicamente por curiosidad, pero hay algo extraño en sus palabras. Gracias al análisis de la bolsa en la que se encontraba el dinero, los forenses encuentran el lugar en el que se encuentra retenido el director del banco y descubren las verdaderas intenciones de este extraño grupo: los asesinos están recreando un videojuego en la vida real en el que cada uno de sus actos está premiado con puntos.
Para conocer los próximos movimientos de los criminales, Ryan se infiltra en el juego y descubre que los asesinos van a robar las pruebas policiales que los incriminan. En este caso, los forenses tienen que contar con una máxima: los criminales no dudarán en matar para conseguir una mayor puntuación en este peligroso juego mortal.