Sinopsis
Hawkes, el patólogo forense del laboratorio neoyorquino, viaja a Pensilvania para hablar con Reggie Tifford, el asesino de su hermana antes de su ejecución. Poco después, un guardia comienza a convulsionar falleciendo repentinamente, por lo que las autoridades penitenciarias deciden retrasar la fecha de la muerte de Tifford. Tras un inesperado motín en la cárcel, Hawkes queda atrapado entre los reclusos y se verá obligado a confiar en el homicida de su hermana para salvar la vida. Allí, el forense descubre el rostro familiar de Shane Casey (Edward Furlong), un peligroso asesino en serie. Tras examinar su celda, Hawkes descubre varias evidencias que demuestran que Casey envenenó al guardia con un único fin: provocar un motín entre los reos para poder huir de prisión.