Felices 16

Mac, Danny y Flack acuden al lugar en el que ha aparecido el cuerpo sin vida de un paracaidista profesional. Los forenses observan que el paracaídas de la víctima está cubierto de palomas de carreras muertas. Cuando un empleado del Centro de Control de Animales confirma que las aves fueron envenenadas, los forenses deciden buscar su lugar de procedencia.

Mac localiza una huella ensangrentada en las alas de una paloma y una salpicadura de sangre a alta velocidad en otra de las aves, por lo que cree que puede haber una segunda víctima. Flack, por su parte, visita la sede de la Asociación Nacional de Palomas de Carreras, donde hallan el cadáver de Ray Seeley, dueño de las aves, en el criadero. El jefe del C.S.I. identifica varias heridas defensivas en la víctima, que al parecer murió apuñalada. Un testigo informa a los investigadores que Ray y su ayudante, Jesse, discutieron la noche antes.

En el criadero de aves, Danny localiza restos de veneno para termitas en el pienso de las palomas y una sustancia reflectante, que resulta ser madreperla. Flack concluye que Ray Seeley es en realidad Rudy Santangelo, un hombre que forma parte de un programa de protección de testigos.

Además, Danny visita el almacén de mesas de billares en la que trabaja Jesse. El forense se percata de que todos los muebles están decorados con incrustaciones de madreperla. Mac y Flack van en busca de Jesse y cuando éste los descubre, intenta huir. Una vez detenido, Taylor halla quemaduras y cortes en el pecho del sospechoso, a quien finalmente deja que se marche.

En otro lugar de la ciudad, Stella y Hawkes investigan la muerte del padre de una adolescente de 16 años en el transcurso de la celebración de la fiesta de cumpleaños de ésta. El cuerpo aparece detrás de las ruedas del regalo de la homenajeada: un flamante Mercedes.