Sinopsis
El detective Don Flack y un equipo de la policía incautan un alijo de 900 kilos de cocaína a una banda de narcotraficantes. Durante la acción policial, se produce un tiroteo en el que Flack abate a uno de los delincuentes. El cadáver de Gavin Whaley, líder del grupo, aparece en el salpicadero de uno de los camiones que transportaban la droga.
Hawkes y Flack descubren en el laboratorio que el cuerpo del hombre a quien Flack disparó tiene un extraño tatuaje celta, diseño utilizado por una nueva banda que opera en la ciudad. La cocaína es llevada a las instalaciones del C.S.I. para que Hawkes pueda procesar algunas muestras.
Poco después, Peyton entrega a Mac un billete de avión para que le acompañe en un viaje a Londres. Mientras el jefe de los forenses estudia la oferta de la patóloga forense, se produce un escape de gas en el laboratorio. Todo el personal es evacuado a excepción de Hawkes, encargado de llevar la cocaína a la cámara acorazada del edificio, y de Mac y Stella, que intentan extinguir un fuego.
Mientras tanto, Danny regresa al escenario de la incautación, donde es atacado por dos hombres armados. El forense se convierte junto a dos policías uniformados en rehén de los criminales. Posteriormente, varios miembros de la banda, disfrazados de empleados de la compañía de gas, entran en la sede del C.S.I.. En el interior del inmueble, Mac y Stella descubren que las líneas telefónicas han sido cortadas y que la fuga de gas es falsa.
Los delincuentes llegan al laboratorio, donde cogen un rifle de Balística con el que pretenden reventar la cámara acorazada. Hawkes acaba de cerrar la puerta de la cámara, cuando aparece uno de los miembros del grupo. Tras observar un tatuaje celta en el hombre del gas y que el indicador que lleva no detecta ningún escape, el investigador decide esconderse.
Mientras Danny intenta negociar con la banda la situación de los rehenes, Mac y Stella observan los preparativos de los delincuentes. El jefe del C.S.I. logra desarmar a un criminal cuando éste dispara accidentalmente a uno de sus compañeros. Taylor logra salir de la sala y enviar el cuerpo del fallecido a Hawkes por el ascensor para que extraiga la bala y la analice.