Sinopsis
Concluida la investigación de la muerte accidental de Miranda Bauer, Mac ordena a Stella que vaya a casa y descanse hasta que esté en condiciones de regresar al trabajo. En su edificio de apartamentos, Bonasera se encuentra con su vecina Bonnier Dillard, que le pide disculpas por los gritos de su sobrina. Posteriormente, la forense se queda dormida hasta que descubre que el inmueble está en llamas. Stella reacciona rápidamente ayudando a varios inquilinos a ponerse a salvo. Cuando se percata de que Jason, el hijo de Dillard, se ha quedado en el apartamento, va en su busca logrando finalmente que madre e hijo se reúnan.
Poco después, Mac, Stella y Flack inician la investigación del caso y acuden al piso en el que se originó el incendio, donde yace Sean Nolan. Tras descartar a Nolan como autor del fuego, Stella recoge tres trozos de papel en los que alguien pide ayuda.
Los resultados de la autopsia revelan que la víctima no murió debido al fuego y que en realidad es Marla Bronson, la persona que cuidaba el acuario de Nolan. El C.S.I. determinan que Marla falleció dos días antes del incendio como consecuencia de un accidente automovilístico. Al parecer Bronson logró salir con vida del incidente pero falleció días después en el apartamento de Nolan debido a una hemorragia interna.
Mientras investigan el inmueble quemado, los forenses examinan la vivienda de Dillard, donde localizan un encendedor bajo la cama de Jason. Las huellas encontradas en este objeto pertenecen a Bailey O’Dell, una niña desaparecida.
Tras ser interrogada, Bonnie confiesa que ella secuestró a la hija de su empleada. Lindsay, por su parte, analiza un resto de polen, recogido de la ropa de la sospechosa, para intentar averiguar dónde puede estar escondida la pequeña.