Borrón y cuenta nueva

El día que cumple 50 años Antonio ignora que Mercedes y el resto de la familia le tienen organizada una sorpresa. El hecho de que nadie le felicite en su cumpleaños le tiene sorprendido y lanza indirectas a todo el mundo, aunque parece que nadie se entera.

En la imprenta la huelga continúa. Todos son conscientes de que esta situación no puede durar mucho y que es cuestión de tiempo que llegue su fin.

Mientras, en casa de los Alcántara se reparten como pueden los preparativos de la fiesta de Antonio. Herminia se encarga de las compras porque Mercedes tiene que estudiar, ya que al día siguiente se examina de la asignatura de Begoña. Aunque pidió a su profesora que le explicara las dudas, ésta no le presta atención porque está preocupada por Víctor, del que no sabe nada desde hace tres días.

Eugenio se presenta en casa de Toni por sorpresa. Confiesa a su cuñado que su relación con Inés se ha terminado y que, aunque han acordado una "separación de prueba", todo parece indicar que este es el fin del matrimonio. Toni decide no contar nada a sus padres para no disgustarles, pero también porque Inés se ha comprometido a ser ella la que les dé la noticia.

Mientras, Eugenio decide iniciar su nueva vida cuanto antes y va a ver a Carola. Antonio descubre a Eugenio paseando con Carola y se queda muy preocupado, ya que él pensaba que estaba en París con Inés. Cuando llega a casa se encuentra la fiesta que le han preparado pero él no puede disimular el disgusto que tiene.

Toda la familia y amigos del barrio están en la fiesta. Carlitos ha ido con Julia, que ahora que ya le ha expuesto abiertamente sus sentimientos al padre de la chica, no tiene ningún inconveniente en que todos sepan que es su novia formal. Toni y Juana también están. Pili acude con Jordi, y Miguel y Paquita, que siguen igual de acaramelados.

Entre risas y felicitaciones Antonio recibe la llamada de Inés para felicitarle, algo que le cae como una jarra de agua fría después de haber visto a Eugenio con Carola.

Y así, Antonio cumple su medio siglo de vida, con la sensación de que lo que para unos es "borrón y cuenta nueva", para él es un futuro incierto que nadie sabe que le deparará.