Sinopsis
En aquellos días del verano de 1969, el país estaba pendiente de la llegada del Apolo XI a la luna. La familia Alcántara también esperará con impaciencia el momento en que la pantalla del televisor ofrecerá los instantes en que dos de los astronautas dieron el primer paseo lunar.
Don Pablo y su secretaria están en el coche cuando, de improviso, un guardia municipal les multa en unos días que, aún, las fuerzas del orden público, todavía tenían, entre sus potestades, la de mantener las buenas costumbres de los ciudadanos. Don Pablo, temeroso de que su esposa llegue a enterarse de los devaneos que mantiene con su secretaria ideará una solución, pero para ello tendrá que contar con Antonio.
Los Alcántara están preparando sus primeras vacaciones. Al fin han sacado los billetes de tren y han contratado un pequeño apartamento en Benidorm. Su sueño de ver el mar va a cumplirse. Mercedes está loca de alegría aunque no sepa nadar y aunque, por mucho que la gente lo haga, ella no esté dispuesta a ir del apartamento a la playa en bañador.
Pero la alegría de Mercedes se enturbiará cuando se entere de que Antonio está a punto de hacer un favor muy especial a don Pablo: nada menos que presentarse en casa de este, hablar con su mujer y decir que, en realidad, al que le pusieron la multa no fue a su marido sino a él. Mercedes discutirá con Antonio, sin embargo este no tiene más remedio que hacer lo que quiere don Pablo porque, como sabe muy bien, "el jefe siempre tiene razón".
Inés, que ha ido a Pamplona sin que se entere sus padres para estar con Mike, se despedirá de él para siempre. Después, Inés volverá a Madrid y Mike regresará a Londres. No volverán a verse. Inés, pues, llegará a Madrid rota de dolor, aunque encontrará en su madre a una amiga.
Los compañeros de Facultad Tony se marchan a París. Él, que no ha conseguido el pasaporte, los verá marchar aunque antes, la policía hará una visita intempestiva a los jóvenes.
Herminia, entre tanto, ve cómo la relación de Valentina con su amigo Gonzálo va viento en popa. No obstante, cuando ella espera cenar con el anciano y ver en la televisión la llegada del hombre a la luna, recibirá la noticia de que ese encuentro no podrá celebrarse. Herminia será el testigo del idilio entre don viejos, y aunque ella no está dispuesta a seguir los pasos de Valentina, no le parece mal que unos septugenarios puedan volver a enamorarse.
Carlos y sus amigos, pretenden emular a los cosmonautas y se ponen a construir un cohete con maderas, botes, cuerda, tela... Un cohete que pretenden propulsar con los petardos que Cervan les venderá. Por fin, llegado el día del lanzamiento, comprobarán que el cohete, que lleva como pasajero una lagartija, sale pitando hasta estrellarse precisamente en el bar del barrio.
Y como ocurrió esa noche de verano de 1969, la familia Alcántara, al igual que millones de españoles, vieron en la pantalla del televisor de verano, ya de madrugada, cómo loso astronautas daban el primer paseo por la superficie de la luna.