Sinopsis
En el hogar de los Alcántara reina la anarquía. Con Herminia y Mercedes en Sagrillas, los demás miembros de la familia ya ni siquiera comen en casa, y es que cada uno tiene la mente en otro sitio. Antonio, que ahora puede campar a sus anchas, cada vez pasa más tiempo con Elisa.
El fin de semana está a la vuelta de la esquina y se tiene que inventar una excusa para no ir al pueblo, en contra de lo que había prometido a Merche... Por si fuera poco, en Exposov anda todo manga por hombro y es que Don Pablo parece haber enloquecido y no piensa más que en asuntos de faldas.
En Sagrillas, Herminia cada vez tiene más ganas de volver a Madrid, y es que la abuela de los Alcántara sabe que algo pasa. Además, para su desesperación, los rumores acerca de ella y de Mercedes se disparan, y no está dispuesta a que se ponga en entredicho la reputación de su familia.
Tony, empeñado en hacer justicia por la muerte de Mateo, ya ha sido citado en el juzgado para declarar. Sus compañeros ven peligrar sus puestos de trabajo y discuten con él, ya que prefieren que la viuda cobre una indemnización, y no meterse en más problemas. Además, las amenazas por parte de la empresa no tardan en aparecer.
Todavía conmocionada por la confesión de Mateo, Paquita sigue descuidando sus obligaciones tanto en casa como en el restaurante de Tinín. Pili urde un plan para Paquita y es que, cree ella, Mateo sólo necesita un empujoncito para volver a ser el de antes.
Carlos y Josete siguen decididos a no volver al colegio. Cansados de vagar por la calle, encuentran en casa diversiones que hasta ahora les habían pasado desapercibidas.