Sinopsis
El Juicio de Burgos sigue su curso y en España se vuelve a respirar un miedo como hacía años que no sucedía, más si cabe desde el secuestro por parte de ETA del cónsul alemán en San Sebastián. Eugenio ha conseguido unas imágenes de manifestaciones en el extranjero y planea proyectarlas para un grupo de amigos progresistas con la ayuda de Toni. Éste, a pesar de que se vuelca en los asuntos políticos, no se olvida de Clara, a la que sigue viendo a escondidas.
Los problemas con Toni traen de cabeza a Antonio que, por si fuera poco, se ve obligado por Don Pablo a asistir a una multitudinaria manifestación que se celebró en la Plaza de Oriente de Madrid, organizada por las altas jerarquías para mayor gloria del Régimen. Alcántara no gana para problemas y paga su mal humor con su amigo Desi que, ahora que ha visto a Tony y Clara juntos, aguanta el chaparrón para no herir a Antonio.
En GRS, Mercedes tiene más trabajo que nunca, y es que está volcada en la preparación el desfile. Apenas si hay tiempo para confeccionar la colección y en la oficina todo anda manga por hombro. Sin embargo, Merche lo hace con gusto porque sabe lo mucho que se juega en ésta, su gran oportunidad de dar a conocer sus vestidos en la alta sociedad. Por su parte, Nieves es más escéptica que su socia con respecto a los beneficios que les pueda reportar el desfile...
Herminia sigue al frente de la boutique, cosiendo sin parar y mediando entre Pili y Valentina. Éstas se mofan de ella cuando un misterioso Federico le pide concertar una cita. Herminia no tiene ni idea de lo que puede querer su vecino...
Y Carlitos y sus amigos, que han oído a Don Severiano decir que el deber de todo español es el de defender a la patria, no se quieren perder la manifestación de la Plaza de Oriente.