Campanadas a media noche

Se acerca el fin de 1970 y, como cada año, es el momento de pensar en nuevos propósitos y en cambios de rumbo. Sin embargo, todo sigue igual para la familia Alcántara: Toni continúa escondido en la parroquia, Inés quiere volverse a Ibiza, y el futuro de Meyni sigue siendo una incógnita. Mercedes tiene muchas dudas acerca de la oferta de Don Pablo. Por un lado, el dinero que le ofrece su socio es muy tentador y podría sacar a la familia de algún que otro apuro, pero, por otro, Merche tiene recelos ante la posibilidad de que Don Pablo se haga con todo el control de la marca. Antonio no entiende los reparos de su mujer, y la anima a aceptar la oferta. Cuando parece que ya ha tomado una decisión, Mercedes descubre que Don Pablo tenía escondido un as en la manga. No será ésta la única sorpresa que se lleve Mercedes, la cual observa atemorizada como su hijo Toni decide responder al Régimen una vez que las sentencias del Juicio de Burgos son hechas públicas.

Antonio, después de la manifestación en la que Toni tomó parte de manera activa, no quiere saber nada de su hijo. A pesar de todo, Toni sigue siendo su mayor preocupación, tanto por su compromiso político como por sus devaneos sentimentales. Para su sorpresa, Antonio descubre que no es el único miembro de la familia que está al corriente de su relación con Clara...

Después de la pequeña discusión que mantuvo con Eugenio, Inés intenta reconciliarse con él para evitar marcharse a Ibiza con un mal recuerdo del que, en muchas ocasiones, ha sido su único apoyo. Poco antes de estrenar el nuevo año, Inés tiene un encuentro con una persona con la que estuvo muy unida en el pasado. Lógicamente, sus vidas han tomado rumbos muy diferentes...

Por su parte, Carlitos y sus amigos Luis y Josete, intentan hacer lo posible para que sus respectivas familias permanezcan unidas.