Sinopsis
A Antonio Alcántara la decisión de militar en la UCD y participar activamente en la flamante democracia española le ha salido rentable. Esa misma mañana tomará posesión, con gran regocijo de la familia y sobre todo de su mujer, Mercedes, como director general en un Ministerio cuyos pasillos conoce bien: el Ministerio de Agricultura. Pero un titular del periódico Arriba le arruina el primer día de trabajo y quién sabe si no le arruinará también su futuro político. El inoportuno titular reza: "La crisis del olivar en manos de un ordenanza".
En casa las cosas no marchan bien, Carlos y su amigo Josete han llegado de pasar el verano en Irlanda y Carlos se ha presentado adornado con un pendiente. Además, se quiere ir a vivir con Karina, que está en Londres de au pair.
Por otro lado, hoy es también el primer día de Tony en su nuevo trabajo en el bufete de abogados. Mientras se toma un café, antes de subir al bufete, una chica desconocida está llorando, él no puede apartar la vista y, de repente, ella se le acerca y le cuenta, como quién no quiere la cosa, que está embarazada y que su pareja no tiene interés en ser padre.
Miguel está harto de su suegro Matamulas. Se pone su colonia, no hace nada en la casa y, cuando ya se había hecho a la idea de que se iba a vivir con Valentina, Matamulas se ha echado atrás y no abandona la casa. Tal es la indignación de Miguel que le recorta el sueldo de cocinero a su suegro.
Mientras, Froilán ha contratado a Toño, el noviete delincuente de Pili, para arreglar las goteras de la iglesia con el dinero que le han dado por las joyas que encontró en el cepillo. Froilán poco puede hacer cuando se lo llevan detenido, el secreto de confesión le obliga a mantener sus labios sellados sobre las confidencias que le hizo el joven.