Crimen y castigo

Joey ha terminado de pintar un mural para el instituto, muchos sentimientos de esperanza y sueños de juventud han quedado plasmados en la obra dibujada en el pasillo del centro que, junto a otros murales, verán la luz en la inauguración de mañana. Andie le confiesa a Jack que fue ella la que robó el examen PSAT y se plantea dimitir del consejo escolar y contárselo todo al director Green, Jack le pide que no lo haga, su futuro está en juego.

A la inauguración de los murales asisten todos, los alumnos, los amigos de Joey, su hermana y Bodie. El director Green presenta las obras que se van descubriendo una a una, la sorpresa es grande al destapar el mural de Joey, una mancha negra de pintura cubre la obra. Durante la noche alguien se ha colado en el instituto y ha destrozado el mural de Joey.

La chica se marcha llorando, tras ella Dawson y Pacey que quieren ayudar a su amiga. Dawson le propone rehacer el mural y Pacey a encontrar al culpable del desastre. Como no podía ser de otra manera, Pacey se enfrenta a Matt, él ha sido el que destrozó el mural, tras una dura pelea en el aparcamiento del instituto los dos acaban en el despacho del director arriesgándose a una expulsión.

Joey se enfada con Pacey, no debía pelearse eso sólo trae más problemas, Pacey le dice que tiene que cuidarla que ese es el trato que hizo con Dawson, cuidar de ella, la chica aún se enfada más. Matt es expulsado del instituto y amenaza con el poder de su padre, un hombre rico e influyente. Por otro lado, como castigo, Pacey deberá ser mentor de un chico.

Andie se confiesa ante el director Green, robó y copió en el examen de preselectividad, el director decide no expulsarla a pesar de la gravedad del tema, pensará en unos días qué castigo le aplica. Dawson le dice a Joey que sólo quería que tuviera a alguien con quien hablar cuando él no pudiera estar y Pacey es la persona perfecta, por eso hicieron el pacto. Pacey pinta de blanco la pared para que Joey pueda hacer de nuevo el mural. Parece que todo vuelve a la normalidad.