Death Note

Death Note es una serie de animación japonesa, una de las más influyentes y reconocidas en el mundo del anime y de las que mas impacto ha tenido en la cultura popular. Se basa en el manga del mismo nombre creado por el equipo creativo formado por Tsugumi Ohba y Takeshi Obata y publicado por la mítica revista de historias juveniles para chicos Shonen Jump, que ha publicado mangas como "Mazinger Z", "One Piece" o "Slam Dunk". La historia, sus personajes y su premisa han sido adaptadas de forma recurrente en formato de largometraje, en ocasiones para la televisión y en otras para el cine, la última de ellas para Netflix en 2017.

Esta adaptación, la más fiel al manga ya que la recoge prácticamente punto por punto, fue encargada a la productora de animación Madhouse, toda una empresa puntera en el sector conocida por sus animaciones fluidas y sus diseños vistosos, que para este momento ya había estrenado éxitos como 'Sakura, cazadora de cartas', 'Chobits' o 'Paranoia Agent'. El director de la serie, Tetsurô Araki, era un asistente de producción en Madhouse que apenas había comenzado a dirigir animación, pero que se encumbró con esta ficción como uno de los más destacados del género. La emisión de sus 37 episodios se produjo entre 2006 y 2007 a través de Nippon Television.

El protagonista es un joven estudiante de secundaria llamado Light Yagami que tiene una enorme inteligencia que le separa del resto de los chicos de su edad. Con un gran mundo interior, Light es un excelente deportista y un estudiante sobresaliente, lo que le gana el respeto del resto de sus compañeros, pero no su amistad. Seguramente, su falta de vida social tenga mucho que ver con que, debido a sus grandes aptitudes, Light se considera superior al resto y siente que vive en un mundo dominado por la mediocridad intelectual y moral que podría ser mejorado.

En un día como otro cualquiera, Light se encuentra con un cuaderno oscuro que ha caído del cielo. En su interior, se explica que se trata de un "death note", un cuaderno de la muerte en la que escribir el nombre de una persona provoca inevitablemente su muerte. En el cuaderno vienen algunas reglas más específicas de su uso, como que se puede añadir el motivo o circunstancias de la muerte, aunque, si no se hace y sólo se apunta el nombre, la causa de la muerte será un ataque al corazón. Light comienza a usar el cuaderno pensando que se trata de alguna clase de juego infantil, probándolo con delincuentes, hasta que estos fallecen y se convence de su efectividad.

El dios de un nuevo mundo

Desde ese momento, Light se obsesiona con el poder del cuaderno y con utilizarlo para purgar el mundo de todas aquellas personas que considera que lo están haciendo un lugar peor. Todos los delincuentes y los corruptos son ejecutados por el poder del cuaderno en cuanto Light puede acceder a sus nombres, de modo que la sociedad comienza a ser moldeada por su poder. La prensa bautiza a este justiciero sobrevenido del que desconocen la identidad como Kira, pronunciación de "killer" con acento japonés.

En su misión como Kira, Light se ve acompañado por Ryuk, un shinigami (espíritu japonés asociado a la muerte) que es el dueño original del cuaderno y que mira con curiosidad e ironía los actos del humano, que es el único que puede verle. Con el tiempo, también tendrá la asistencia de Misa Amane, una joven modelo que admira la labor de Kira y se enamora de Light cuando conoce su identidad.

Por otro lado, las fuerzas policiales también se movilizan para tratar de detener las acciones justicieras de Kira y, como el fenómeno se ha originado en Japón, las investigaciones se centralizan en el país y frente a ellas está Soichiro Yagami, el propio padre de Light, a quien éste manipula a su antojo. Un enemigo mayor supone L, un detective excéntrico de una inteligencia extraordinaria que es contratado por la interpol y que, debido a que no revela su nombre real, no es susceptible de morir a manos de Kira. Así, entre ambos se establece un juego del gato y el ratón en el que Light y L despliegan complicadas estrategias para tratar de tender trampas al contrario.