Echando la caña

Mientras los tripulantes más jóvenes del Estrella Polar disfrutan de su primer día a bordo, ajenos a la magnitud de lo que acaba de suceder, los adultos tratan desesperadamente de encontrar respuestas.

De la Cuadra no comprende por qué no hay tierra donde las cartas marítimas sitúan continentes enteros. Julia rastrea las ondas de radio en busca de algún superviviente. Por su parte, el capitán, tiene claro que Julia sabe más de lo que parece. ¿Por qué viajaba con una pistola? ¿por qué sabía que aquella no era una tormenta normal y que debían permanecer en esas coordenados concretas para no hundirse?

Los alumnos disfrutan con su primer chapuzón en alta mar. No han pasado ni 24 horas desde que embarcaron y Piti no se ha podido resistir a hacer su primera novatada, desabrochando a Ainhoa la parte de arriba del bikini justo cuando iba a lanzarse al agua. Sin embargo, nadie ha visto quién era el autor de la broma y todos piensan que ha sido Ulises, desde la propia Ainhoa hasta De la Cuadra, que tomará cartas en el asunto.

Lo más preocupante, no obstante, no está en la cubierta sino en el agua. Algo ha picado o mordido a Vilma en la pierna mientras se bañaba causándole mucho dolor. Cuando Burbuja consigue capturar a la extraña criatura, sus compañeros no dan crédito, nadie sabe qué es aquel animal. Lo que si saben por su experiencia náutica es que, sea lo que sea, no debería estar allí

La emoción ante tantos cambios sumado al miedo por la tormenta, están pasando factura a la pequeña Valeria que, en un descuido, se ha hecho pis en la cama y no sabe qué hacer para ocultárselo a su padre. El capitán parece aún más despistado que su propia hija. No está acostumbrado a hacerse cargo de estas situaciones, de las que solía ocuparse su esposa, y no sabe cómo debe reaccionar.