Sinopsis
La relación que el comisario Castilla mantiene con Raquel entra en crisis cuando el departamento de Asuntos Internos ejerce presión para averiguar quién dio el “chivatazo” a Narcea y le alertó de que era objeto de una investigación por corrupción inmobiliaria. El comisario afronta la situación como puede mientras recaba datos al respecto: el sospechoso es el jefe directo de Raquel y Asuntos Internos asegura que la llamada de aviso se hizo desde la comisaría. Cuando Castilla descubre que su novia mantuvo una relación íntima con Nancea en el pasado queda plenamente convencido de que fue ella la responsable de la filtración.
Por su parte, Pope planea volver a la parroquia en la que investiga el caso de las bandas latinas pese a la paliza que recibió. Eva le aconseja tomar otra vía porque piensa que puede ser descubierto y exponerse a una represalia, pero la habilidad del policía le lleva a ganarse la confianza de la novia del cabecilla del clan, que accede a colaborar con él.
Entretanto, Mikel vigila la casa de un testigo protegido cuando éste sale del inmueble pidiendo ayuda porque alguien ha herido a su mujer. El agente decide intervenir, sin saber que puede echar por tierra el trabajo de investigación que la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) lleva desarrollando durante meses.