Sinopsis
Lucas y Ángela se encargan de la desaparición de Virginia, una niña de un colegio de la zona. Pese a que la madre está convencida de que el padre tiene retenida a la pequeña, la investigación irá revelando que se trata de una trama mucho más compleja detrás de la cual se esconde la mente de un profesor psicópata obsesionado con las niñas.
Los policías de la comisaría deben reconstruir un asesinato relacionado con prácticas sadomasoquistas. Las pruebas indican que todo ocurrió durante el robo de unos cuadros. El dueño de la casa, en plena sesión “sadomaso”, estaba atado a la cama cuando entraron los asaltantes y, sin poder defenderse, le dispararon. El único testigo de lo sucedido es la prostituta que había contratado a la que Pope y Charlie deberán vigilar ya que se encuentra en coma en el hospital pero no descartan que el asesino pueda volver para “rematar” su trabajo.
Por su parte, Lucas sufre un episodio de ceguera momentánea mientras persigue a un sospechoso. El policía no puede ver nada pero el delincuente sí le ve a él. A partir de ese momento, el agente se convierte en el blanco del asesino ya que piensa que ha sido testigo de su delito y podría identificarle. Joserra sigue compaginando su trabajo de policía con el de guardia de seguridad del casino. Tantas horas en el establecimiento, provocan que se sienta atraído por el juego.
Carolina, la asistente social que colabora con la comisaría, invita a salir a Ángela para solucionar el altercado que tuvieron en su primer encuentro, sin embargo se producirá una situación equívoca entre las dos.