Sinopsis
El episodio comienza cuando María va a contarle a Iván que Fermín quemó el cuadro de El Bosco e Iván le da a ella otra noticia todavía más impactante: su padre ha prometido presentarle a su verdadera madre. A la limpiadora no le queda más remedio que confesarle a su hijo toda la verdad si no quiere que se entere primero por boca de otros. Por otra parte, ni Iván ni Nora se creen que el cocinero haya quemado el tríptico. La profesora de arte ha conseguido una grabación que incrimina a Fermín y amenaza con recurrir al jefe de ambos para que solucione las cosas “a su estilo”.
María se debate entre lo que siente por Fermín y lo que le dice su cabeza: que se aleje del cocinero. Algo similar les pasa a Amelia y Marcos; saben que no deben estar juntos, pero no pueden evitarlo. Mientras ellos se dejan llevar por la pasión comienzan a surgir los primeros problemas: Elsa ha sorprendido al estudiante saliendo de la habitación de la profesora. También Camilo ha descubierto algo que le ha sorprendido al entrar por la puerta secreta que encontró en el armario de Mateo; allí, frente a él, está atado el profesor de matemáticas, desaparecido desde hace unos días.
Miguel ha contado a los más pequeños del colegio una historia de terror sobre un fantasma sin cabeza que habita en el cuarto de baño del internado. Todos los niños están aterrorizados menos Paula que, para sorpresa de todos, permanece impasible ante el cuento. Al contrario que el resto de sus compañeros, la pequeña no tiene miedo. Ella quiere conocer al espectro que vive en el aseo porque piensa que puede ser como el gnomo, que daba un poco de miedo, pero era muy bueno y era su amigo. Además, a lo mejor puede darle un recado para que se lo diga a sus papás.