Sinopsis
A Pepa algo se le remueve por dentro cuando Alberto le dice que ha ido a atender a Tristán, éste le presiona para que sea sincera y le cuente su hay algo que debiera saber, ella le dice que ahora que son marido y mujer, no habrá nada que se interponga entre ellos. Ya se nota un cambio en la pareja, Alberto le pide a Pepa que no salga sola, empieza a controlar sus entradas y salidas...
Raimundo le pide a su hija que deje de mentirle y que no se meta en la discusión con su hijo, pues ella se inventa visitas de Sebastián a su padre; le dice que mientras duerme o sin que lo sepa se acerca hasta la casa de comidas para preguntar por su estado en la esperanza de que él se ablande y entierre el hacha de guerra. Raimundo está cada vez más hundido. Francisca se llega hasta allí y Raimundo la echa con gritos, no quiere atender sus condolencias, no permite que se ría de su desvalía. Francisca muy impactada llora.
La situación entre Virtudes y Sebastián no es clara. Por un lado ella sigue siendo fiel a lo que siente por su difunto marido, mientras, no puede evitar notar una persistencia de sus sentimientos por Sebastián. Él también se debate entre dar rienda suelta a su corazón o mantenerlo.
Tristán le pide a Emilia que le entregue una nota a Pepa, cuando lo haga, la partera la romperá en mil pedazos. No quiere excusas, y ahora es la mujer de Alberto, condición que piensa respetar por encima de su corazón. Pepa anda por el bosque, alguien le vigila...se acerca.
La supuesta infidelidad de Pedro se esclarece cuando la cupletista no reconoce a él sino a Hipólito.