Nicolás está dispuesto a defender a Severo si él asume el riesgo de su inexperiencia

Saúl se justifica ante su hermano e insiste en que el padre de Julieta no es lo que parece, cree que la muchacha corre peligro. Tanto insiste que parece hacer dudar a Prudencio. Luego, Francisca le promete que hará alguna llamada para tantear a Ignacio, pero ante Mauricio vemos que sabe más de lo que dice y tiene sus propios planes para Julieta.

Pero Prudencio, en vez de investigar por su cuenta, comparte las dudas de su hermano y don Ignacio consigue convencerlo de lo contrario, reafirmándole en la sensación de que Saúl quiere recuperar a Julieta.

Nicolás está dispuesto a defender a Severo si él asume el riesgo de su inexperiencia. ¡Trato hecho!. En la preparación del juicio, a Nicolás le ha bastado un primer contacto con el caso para darse cuenta de que pasa algo con el Juez

Julieta, con la ayuda de Francisca, reconstruirá la Casa de Acogida más rápido y mejor. Julieta por fin admite ante sus amigas que la llegada de Ignacio ha trastocado su vida y la ha distanciado de su abuela.

Mauricio llama por teléfono a Nazaria desde la recepción de Emilia y Alfonso, pero como no pregunta por Fe, no sacan el tema… y es que parece que es el único que no sabe de su regreso. Mientas, Fe no sabe qué hará con su vida, tal vez poner un negocio, pero Emilia la nota triste: no quiere saber nada de Mauricio. Cuando el capataz se entera, siente cómo el suelo tiembla bajo sus pies.

Ignacio por fin dice qué pretende: quiere llevar a Julieta de vuelta al hogar familiar para ser eso precisamente, una familia.

Nicolás muestra sus suspicacias por la falta de novedades sobre la situación de Severo: todo está excesivamente parado. En la posada se recibe una llamada del abogado que ha buscado Carmelo para defender a Severo.

Adela ha recibido una llamada que intuye falsa con posibles noticias sobre el hijo de los Santacruz. Igualmente, Carmelo transmite a Severo la información sobre la llamada y sobre su situación.