Sinopsis
Irene confiesa cómo ha llegado hasta aquí y explica su doloroso pasado; Irene se marcha, destrozada, dejando al que, hasta ahora, ha considerado su bebé.
Dolores tiene un encontronazo con una forastera… que resulta ser la madre de Tiburcio, Doña Patrocinio.
Saúl y Prudencio aceptan las condiciones de Larraz para que éste suspenda la ejecución: penas menores a cambio de un trato suave de cara a la justicia para los sublevados que tienen todas las de perder con el ejército a las puertas del pueblo.
Así, finalmente, Adela llega con buenas nuevas. Los jornaleros se han rendido. ¡Vuelve la normalidad! En la Casona, cumplen con su cometido y se esfuerzan por cumplir lo prometido al cabecilla de la sublevación.
Rendición y entrega de armas. Laura se despide, ha llegado el momento de partir. Y así, en la Casona tiene lugar una celebración espontánea que rinde honores a la fortaleza con la que Francisca ha sabido llevar la situación, pero también hacia los chicos, que han propiciado el final feliz.
Julieta vuelve a casa ahora que no tiene excusa para quedarse con su abuela para su protección. Saúl se interesa por ella y Prudencio disimula el malestar que le produce verlos juntos.
Liberado Puente Viejo, el juicio se celebrará en el pueblo. Pero cuando llega Dos Caras al pueblo, provoca a Nicolás, le cuenta cómo Mariana suplicaba no solo por su vida sino por la de su hijo: estaba embarazada. Nicolás, en un arrebato de ira arremete contra él.