Sinopsis
Prudencio se hace el tonto ante su esposa después de que esta haya encontrado el perro muerto. Tras el entierro del animal, éste reprocha a su mujer tener siempre una excusa para no consumar su matrimonio. Carmelo y Alfonso intentan tomar el control de la situación que se ha dado espontáneamente contra Barrientos para evitar males mayores; finalmente, consiguen calmar a los vecinos y evitan que la gente haga una locura.
Barrientos se ha llevado el cadáver tras la intervención de Alfonso y Carmelo: ha faltado poco para que ocurriera una desgracia. Comentan cómo Barrientos parecía tener miedo de volver a su ciudad, ¿por qué? Descubrimos cómo Barrientos comunica al General Pérez de Ayala que su hijo ha sido asesinado… es a él a quien teme. Emilia y Alfonso visitan a Nicolás, que se muestra decidido a afrontar su pena con resignación.
Adela viene a ver a Severo y se encuentra con que Carmelito ha enfermado. Éste deja a su hijo en manos de Adela, a quien pide que le cuide mientras él hace una gestión: Severo pide a Irene que vuelva con él a Puente Viejo, pero la periodista se niega en redondo. Gracia e Hipólito acuerdan con Tiburcio un nuevo intento para que Dolores y su madre se arreglen.