Sinopsis
Emilia quisiera morir y no es un eufemismo: se ha roto la comunicación entre el matrimonio. Alfonso cree que su mujer lo rechaza por estar ciego, así que intentará demostrarle que no está acabado. A puerta cerrada, intenta memorizar cada rincón de la casa para enseñarle a su mujer cómo se esfuerza, pero ella no lo valora en su justa medida y Alfonso se planta: es hora de que pongan las cartas sobre la mesa.
Irene pide una prórroga en su llamada telefónica, sólo dos días más y estará en disposición de dar una respuesta. La mujer comprueba cómo Severo tiene pillado ya el punto a su hijo, y por otro lado, éste no se arranca a dar ningún paso de cercanía con ella preso por el recuerdo de Candela… todo apunta a que la decisión de la mujer sea dejar a los Santacruz atrás.
Julieta y Saúl se ven a escondidas. Ella le prohíbe tajantemente que se inculpe y él, de momento, acepta hasta ver cómo evoluciona el caso.
Prudencio, por su parte, advierte de que mañana irá a buscar a su mujer, convencido de que se echará en sus brazos tras tantos días de encierro, pero cuando le ofrece arresto domiciliario si se va con él, ella se niega. Desde luego, no se lo esperaba. Llega Mauricio con noticias "oficiales" sobre la desaparición de Nazaria.