Sinopsis
Fernando y el subsecretario comparten detalles sobre su meticuloso plan de inundar Puente Viejo y descubrimos que el coronel, es el tío de la difunta M.ª Elena. Manipulado por Fernando, busca vengarse de los que cree responsables de su muerte. Fernando simula ante Carmelo no haber podido persuadir al subsecretario. El alcalde le sugiere diseñar un plan, pero lejos de los oídos de Francisca, algo que desconcierta a Mesía y despierta su inquietud. Fernando quiere saber qué trama y confiesa a Severo su preocupación por Carmelo. Al irse, descubrimos que el alcalde y Severo le están tendiendo una trampa. Francisca comenta con Raimundo que ha quemado su último cartucho hablando con el vicepresidente del gobierno. El político le ha prometido qué pensará sobre el asunto y le dará una respuesta. D. Anselmo y D. Berengario se presentan en La Casona por si pueden conseguir ayuda económica para los más desfavorecidos con las expropiaciones, pero Francisca les confirma que ni el vicepresidente del gobierno puede interceder por ellos.
Lola y Prudencio especulan sobre quién está detrás de esos acosos y deducen que será Francisca. Prudencio se presenta en La Casona y pregunta a Mauricio si tiene algo que ver con los seguimientos. Esther sigue fingiendo frente a D. Berengario y asegurándose que su petición económica al sacerdote sigue su curso. Marcela sorprende a Esther coqueteando con su marido sin ningún rubor. D. Berengario, presionado por D. Anselmo, termina confesándole que quiere vender su hacienda para cubrir una deuda de medio millón de pesetas de su hija. María cuenta a Vilches una trágica historia que ocurrió en un sanatorio para niños, en la que una enfermera, al parecer enamorada del dueño y, celosa de su mujer, decidió terminar con ella y más tarde, al no conseguir que el viudo se fijara en ella, quemó el sanatorio. Es juzgada como trastornada, e ingresada en un manicomio, librándose de la cárcel. Vilches no quiere escuchar, pero María le expone claramente que sabe que esa mujer es ella.